El pasado mes de agosto los integrantes de la Asociación de Vecinos del Bajo Albaicín comenzaron la mudanza al centro del Gallo situado en San Miguel Bajo. El Ayuntamiento de Granada decidió entregar a este colectivo un local para que puedan desempeñar su labor por el barrio. De esta forma, el polémico centro donde durante varios años se ubicó el área de Servicios Sociales del Ayuntamiento comenzó a cobrar vida gracias a la llegada de estos vecinos que comparten instalaciones con varios artesanos.

No obstante, no serán los únicos que utilizarán el edificio. Según explicó ayer el concejal de Participación Ciudadana, Eduardo Castillo, el equipo de gobierno tiene previsto ofrecer espacios a otros colectivos y asociaciones para darle uso. "El Centro del Gallo era un ejemplo de infrautilización de espacios públicos", explicó Castillo que avanzó algunos de los planes que hay para este edificio donde había tan solo seis o siete artesanos. "La idea es, además de ofrecer este local para la asociación de vecinos del Bajo Albaicín, convertir aquello en un gran centro cultural que permita una relación de todos los agentes del barrio. No sólo de los artesanos; también de otros colectivos como escuelas de música para que puedan tener una sala".

Este edificio siempre estuvo envuelto en polémica por su inaccesibilidad. Durante la etapa popular albergó los servicios sociales que, posteriormente, fueron trasladados a las Escuelas del Ave María. Este verano el PSOE los ha devuelto al Centro Aliatar.