El Ayuntamiento de Granada sufragó el pasado año el entierro de una veintena de personas sin hogar o con escasos recursos económicos que no podían afrontar los gastos de un sepelio "digno". Se trata de una prestación social cuya demanda se ha incrementado en la última década y que puede incluir, si así se solicita, una ceremonia en función de las creencias religiosas del fallecido.

Estos "sepelios sociales" no solo se han ofrecido a personas sin hogar, sino que también se han dirigido a mayores que no cuentan con seguro de defunción, ni herederos que se puedan hacer cargo de los gastos; así como a inmigrantes y a familias sin recursos para poder desembolsar los aproximadamente 2.000 euros que como mínimo cuesta un entierro.

La concejal de Servicios Sociales, Educación y Accesibilidad del Ayuntamiento, Jemi Sánchez (PSOE), explicó que este sepelio se trata de un servicio "básico pero digno" que incluye el féretro, el nicho y una placa con el nombre del fallecido; sin contar con flores ni gastos superfluos más allá de lo necesario, pudiendo optarse por la cremación, si así lo demandan los allegados, y por una ceremonia de acuerdo a las creencias religiosas del difunto.

La solicitud de un sepelio social, que tiene un coste de unos 1.750 euros para el consistorio, llega a través de diversas vías, como los servicios sociales; el Servicio Andaluz de Salud -en el caso de que sea una persona sin recursos que ha fallecido tras enfermar- o desde el Juzgado si la muerte está vinculada con un crimen o cualquier otro hecho delictivo.

En el plazo de un día, los servicios sociales se encargan de realizar el informe que acredite la falta de recursos para poder acceder a esta prestación, a la que el pasado año se destinó una partida global de 29.600 euros que permitió enterrar a un total de 17 personas.

En lo que va de año, entre diciembre y enero, el Ayuntamiento granadino ya ha sufragado el coste de cuatro sepelios, puesto que debido al frío de esta época, la gente suele fallecer más si ya hay problemas previos de salud.