En 2017 el Ayuntamiento de Granada anunció un plan para 'extinguir' los bolardos, un elemento urbano que causa no pocos quebraderos de cabeza fundamentalmente al peatón por los golpes inesperados que generan, incluso, reclamaciones de daños al Ayuntamiento.

Este plan se comenzó con el objetivo de retirar hasta 1.000 bolardos de la ciudad pero no se llegó a completar. Ahora, el nuevo gobierno municipal recupera la iniciativa y activará el plan antibolardos. 

Según  ha anunciado hoy el portavoz de Cs en el Ayuntamiento de Granada, Manuel Olivares, van a poner en marcha el plan para eliminar estos elementos que se multiplican por las calles de la capital después de analizar el número de reclamaciones patrimoniales y de daños que recibe el Ayuntamiento por estos elementos. No obstante, no afectará a los que estén colocados por seguridad en puntos estratégicos. 

La idea que siempre se ha perseguido con esta retirada es mejorar la movilidad y la accesibilidad eliminando aquellos que no sean de utilidad y que ocupan espacio público sin sentido.