Los residentes de la Huerta del Rasillo vivieron ayer uno de sus días más felices. Se notaba en su mirada. También los trabajadores del centro. Todos respiran ya aliviados tras meses de incertidumbres y protestas. No era para menos. Han estado al borde del 'desahucio' y ahora ya viven con la tranquilidad de que la que lleva siendo su casa durante años seguirá siendo su hogar.

La consejera de Igualdad y Políticas Sociales, María José Sánchez, y el alcalde de Granada, José Torres Hurtado, visitaron ayer la residencia en lo que fue la escenificación del acuerdo institucional alcanzado hace unas semanas para que la empresa Vitalia pudiera quedarse con la gestión de la residencia tras los problemas surgidos con la anterior concesionaria y la entrada en concurso de acreedores. Una colaboración institucional que era urgente por la importancia social de atender a los residentes y los trabajadores.

Y desde la residencia lo han sabido agradecer. Dos usuarias del centro (una de ellas ciega) agradecieron con unas palabras emocionadas en nombre de todos sus compañeros el esfuerzo por haber conseguido que se queden en su "casa", donde muchos de ellos llevan casi toda su vida y de donde no quería salir. Y lo han conseguido, pues Vitalia asume la gestión del centro en un "proyecto de futuro" que garantiza tanto la atención a los residentes (32) como el puesto de trabajo a sus asistentes y cuidadores, unos cuarenta.

"Finalmente hemos podido dar una solución a un tema que nos tenía muy preocupados. Los residentes sabían que tenían plaza resuelta aquí o en otro sitio por si había que trasladarlos a una residencia nueva. Pero queríamos resolverlo en su casa ya que podía ser un desahucio colectivo, por lo que hemos hecho todo el esfuerzo con el Ayuntamiento y la empresa", dijo la consejera. "Lo importante es que las personas estén felices y que los trabajadores tengan garantía de continuidad de sus puestos de trabajo", aseguró.

Su visita con el alcalde -también estuvieron la delegada del Gobierno, Sandra García; el delegado de Igualdad, Higinio Almagro, y el concejal de Bienestar Social, Fernando Egea- se ha estado posponiendo hasta que estuviera todo el acuerdo cerrado para evitar politizar sobre un tema tan delicado. "Cuando nos saltó el problema nos vino como un mazazo social que queríamos resolver. Hemos tardado más tiempo de lo necesario por normas de obligado cumplimiento de las administraciones públicas que el político no puede saltarse, lo que retrasó la iniciativa de vitalia. Así que cuando hace unos días se resolvió, nos llenó de satisfacción", insistió Torres Hurtado.

Una jornada por tanto de celebración tras muchos meses de lucha que han quitado el sueño a muchas personas pero que pasarán ya a la historia del centro, que ha vencido frente a la adversidad.