Pleno extraordinario

La cesión del edificio de BioRegión a la Universidad de Granada sale adelante entre críticas al equipo de Gobierno

  • La mayoría de los concejales aprueba el traspaso del inmueble a la UGR, pero reprochan las formas en cómo se ha llevado a cabo

  • La votación se salda con 23 votos a favor, 3 en contra y ninguna abstención

Francisco Cuenca durante la celebración del pleno

Francisco Cuenca durante la celebración del pleno / Jesús Jiménez / Photographerssports

Todo ha ocurrido según estaba previsto. El pleno extraordinario celebrado esta mañana en el Ayuntamiento ha aprobado la cesión del edificio de BioRegión, situado en el PTS, a la Universidad de Granada (UGR), para que la entidad desarrolle el gran centro de inteligencia artificial en el que tiene previsto trabajar junto a las multinacionales Google e Indra. Una hora después de dar inicio, la práctica totalidad de los concejales ha votado a favor del que era único punto del día (la necesidad de tramitar el proyecto antes de fin de año por motivos presupuestarios de las partes implicadas ha obligado a celebrar esta sesión extraordinaria), con la única excepción de los no adscritos Sebastián Pérez, Lucía Garrido y Manuel Olivares. Sin embargo, que fuera un resultado sabido de antemano no ha eximido a este pleno de tensión.

Precisamente, el que fuera concejal de Turismo por Ciudadanos, Manuel Olivares ha abierto la veda al afirmar que "no existe debate en el fondo, pero sí en las formas" en que se ha realizado la cesión. Así, Olivares ha reprochado que el alcalde, Francisco Cuenca, anunciase hace semanas este acuerdo, pese a que aún no se había celebrado el pleno donde, oficialmente, debía aprobarse. "¿Qué pasaría si ahora todos votásemos en contra?", ha preguntado retóricamente el también abogado, que terminó su intervención animando al resto de compañeros a votar 'no' como un "toque de atención" al equipo de Gobierno.

La misma idea ha sido secundada, de distintas formas, por el resto de grupos de la oposición. Así, Beatriz Sánchez (Vox), ha sentenciado que la forma de gestionar este asunto "quita a los concejales la potestad de votar en nombre de quienes nos han votado", a la vez que ha calificado de "desfachatez" todo el proceso, aunque se ha mostrado en contra de la idea de Olivares, pues ha asegurado que "hay que hacer oposición de otra manera", por lo que ha asegurado que su grupo votaría a favor.

La bola de nieve ha ido pasando de un grupo a otro y cada vez se ha hecho más grande. Así, durante su intervención, Luis González (PP) se ha preguntado si "la premura en realizar este trámite se ha debido a temas de gestión o de publicidad", manteniendo que incluso el Consejo Social de la UGR debía celebrarse en estas fechas y ha dejado en el aire la idea de que lo único que se buscaba con la noticia era aparecer en los medios.

Una duda, la de por qué celebrar una sesión extraordinaria en lugar de esperar al pleno ordinario del 28 de diciembre, que también ha sembrado Manuel Olivares, para quien era perfectamente posible esperar hasta finales de mes para discutir este asunto y ha sostenido que la necesidad de cuadrar los presupuestos de las entidades era una excusa para adelantar el pleno y presumir de gestión.

Manuel Olivares durante su intervención Manuel Olivares durante su intervención

Manuel Olivares durante su intervención / Jesús Jiménez / Photographerssports

El grupo municipal de Podemos-IU ha sido el único que se ha mostrado algo menos beligerante con el asunto, aunque, retomando las declaraciones de Olivares, Francisco Puentedura ha afirmado que "estaría bien dar un susto" al equipo de Gobierno, aunque acto seguido ha añadido que su grupo votaría a favor, pero "sin estar callado".

El concejal ha asegurado que el proyecto, que traería a Granada a dos multinacionales como Google e Indra, supone un estímulo económico y laboral para la ciudad, pero por ese mismo motivo ha manfiestado que su grupo estará "atento" a todo lo que rodee la asociación de la UGR con estas empresas.

Un tema de sobra conocido

Ante los continuos ataques de la oposición, los concejales socialistas han salido a la defensa. Así, Miguel Ángel Fernández Madrid, responsable de Urbanismo y Obras Publicas, ha afirmado que en ningún momento el acuerdo de cesión era un secreto ya que "los periodistas hacen su trabajo" ha asegurado en referencia a que las intenciones de la Fundación PTS de ceder el terreno a la Universidad ya había aparecido con anterioridad en los medios.

Una respuesta que, pese a todo, no ha sido del agrado de la oposición, pues como ha manifestado Sánchez la Comisión de Urbanismo no tuvo apenas repercusión mediática, mientras que sí la tuvo la rueda de prensa que Cuenca, Francisco Herrera (responsable de Ciencia, Innovación y Ciudad Inteligente) y el propio Fernández Madrid tuvieron hace una semana para anunciar la cesión.

Una cesión que, como ya adelantó este diario, costará a la Universidad de Granada algo más de 2,5 millones que deberá pagar la Fundación PTS, que recupera así el dinero invertido (se descuenta la cantidad que se considera amortizada), lo que permite hablar de "cesión" y no de "compra" del edificio.

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