Los técnicos de la empresa Emasagra se reunirán hoy con los representantes del Ayuntamiento en una comisión de sequía en la que se les informará de la situación del abastecimiento en la ciudad. Aunque el suministro humano está garantizado gracias a los pozos, la escasez de precipitaciones en los últimos meses ha dejado en los pantanos una situación más que preocupante y los datos más bajos de los últimos años, sólo comparables a los registrados en el año 1995, cuando la provincia vivió otro periodo seco.

El pantano de Canales estaba ayer al 14,29 por ciento de su capacidad, con 10 hectómetros cúbicos de agua, y el de Quéntar al 28,57 por ciento con sólo cuatro hectómetros de agua.

El primer paso para frenar las consecuencias de la escasez de lluvias de los últimos meses será la puesta en marcha de una nueva campaña de concienciación que recuerde a los ciudadanos la necesidad de extremar el gasto de agua, especialmente en estos momentos en los que el aumento inusual de las temperaturas propicia un mayor gasto hídrico. "Hay que evitar que se empiecen a llenar piscinas y que se despilfarren recursos hídricos de manera innecesaria", explicaron fuentes de la empresa Emasagra.

Mientras la climatología da una tregua a los pozos, la empresa Emasagra ha tenido que duplicar la potencia eléctrica contratada para poder seguir sacando agua de los acuíferos y, por tanto, ha tenido que duplicar sus gastos. Actualmente se bombean cien litros de agua por segundo en una cota de profundidad de unos cien metros. Desde Emasagra aseguran que la propia empresa hará frente al sobrecoste de esta actuación, de manera que no repercuta en el bolsillo de los consumidores. Si finalmente esta premisa se cumple, se mantendrán las tarifas actuales durante todo el año.

Las alternativas hídricas con las que cuenta la provincia se limitan en estos momentos a los acuíferos, pero este recurso también es limitado, por lo que es necesario apelar a la conciencia en el consumo de agua. Si la escasez hídrica se prolonga en los próximos meses será necesario seguir bombeando agua durante el verano de los 14 pozos existentes en la provincia. Las previsiones más inmediatas hablan de la posibilidad de que se produzcan algunas precipitaciones durante el martes y el miércoles Santo que poco aliviarían la situación actual. Pero, ¿qué pasará si el cambio climático afecta al deshielo de la sierra y a la capacidad de los pozos?. Para determinar estas consecuencias Emasagra y la Universidad de Granada están trabajando en un estudio capaz de pronosticar cuáles serán los efectos de estas alteraciones en la climatología.

En la comisión técnica y política que se celebrará hoy los representantes del Ayuntamiento conocerán de primera mano las previsiones en materia hídrica de los próximos meses en la provincia aunque, finalmente, será la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir la que vaya marcando las directrices a la hora de determinar de dónde se va sacando el agua. La decisión se tomará en función de la capacidad y el volumen de llenado que presenten los embalses.