El Mercado de San Agustín amaneció ayer lleno de pintadas en rojo sangre. Alguien ha decidido concienciar sobre los derechos de los animales a la ciudadanía a golpe de spray sin pensar que su fórmula social esconde en realidad una forma de vandalismo. No ha sido el único sitio. Según informó ayer el concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Miguel Ángel Fernández Madrid, ayer también aparecieron grafitis de este tipo en Merca80. En la carnicería situada junto al Centro Lorca también ha aparecido pintada una vaca. "La carne es el cuerpo de alguien que quería vivir" es una de las frases aparecieron en el Mercado de San Agustín y que obligó a los operarios de Inagra a emplearse a fondo para borrar este mensaje.

Fernández Madrid mostró su sorpresa ante esta actuación que supone el desplazamiento de operarios de otras zonas al lugar donde se producen las pintadas. Es decir, aunque no supongan en sí un gasto económico que se pueda monetizar, estos grafitis suponen el desplazamiento de los trabajadores de un punto a otro y una carga más de trabajo.

El concejal animó a los colectivos que, si desean realizar algún tipo de reivindicación, se pongan en contacto con el Ayuntamiento. "A mí no me ha llegado al área nada relacionado con este tema. Ni recogidas de firmas ni peticiones para trabajar en otra línea", destacó Fernández Madrid.

Lo más curioso es que el área que lidera llegó a animar a los granadinos a reducir o eliminar el consumo de carne para reducir el dióxido de carbono. Fue el 22 de octubre de 2016 cuando el concejal dio una rueda de prensa junto a una compañera de Agenda Local 21 para animar a los granadinos a cambiar sus hábitos para reducir las emisiones de dióxido de carbono. En concreto, detallaron que hay "enormes diferencias entre seguir una dieta vegetariana, ovolactovegetariana o carnívora "empedernida". La primera supone 190 kilos de emisiones de dióxido de carbono. Una cifra muy inferior a los 6.700 kilogramos que emite la dieta con carne.