Encuentros en el palacio de los patos l José Manuel Hidalgo y José Alberto Sánchez del Castillo www.hospes.es / www.fuenso.com

La confianza, clave para superar la crisis en la construcción

  • La crisis en el sector de la construcción está afectando a constructores, promotores y, sobre todo, a los trabajadores l La solución pasa por generar confianzaLos presidentes de la Asociación de Constructores y del Colegio de Arquitectos Técnicos analizan la complicada situación del sector

José Manuel Hidalgo. A nosotros, lo que más nos preocupa desde el sector de la promoción es que las ventas no se corresponden con las cifras que se publican, que hablan de una bajada del 30 o el 40%. Las ventas han bajado más de un 90%. Nosotros manteníamos el año pasado por estas fechas que no había crisis. Pero ha llegado un momento que no podemos negarlo. Creo que se han juntado tres crisis. Una, la ficticia, que la ha generado la propia Administración. La segunda, la del sector porque no se podía seguir creciendo al ritmo al que lo estábamos haciendo. Y, la tercera y más desagradable, la financiera. Hasta que no se sepa cómo va a afectar la crisis a los bancos y hasta dónde asciende la deuda, no va a haber dinero en circulación y no van a prestar dinero a nadie.

José Alberto Sánchez. El problema es que han estado dando préstamos sin garantía ninguna. Yo pienso que los que más dinero han ganado con la construcción han sido la banca y los dueños de suelo, que han vendido calculando a qué precio se iban a vender las viviendas. Y a efectos de banca, el problema ahora es que los promotores que van a tener problemas para obtener un préstamo. Al promotor se le exige ahora tener las viviendas vendidas. Y eso es una pescadilla que se muerde la cola.

J. M. H. Claro. Si no tienes ventas, no te dan préstamos y no puedes continuar las obras. Ahora, los bancos te exigen tener vendido el 50 por ciento de las viviendas para darte un crédito.

J. A. S. Y, hace dos años, ¿cuánto te exigían?

J. M. H. Nada. Además, nos estamos encontrando con dificultades incluso con promociones vendidas, porque los bancos están rechazando la subrogación de las hipotecas firmadas al exigir a los compradores más garantías. Eso es cambiar las reglas del juego a mitad del partido.

J. A. S. Y vosotros, como constructores y promotores, ¿qué podéis hacer si un cliente compra y no le subrogan la hipoteca?

J. M. H. Estamos estudiando la vía jurídica. Quizá habría que actuar contra los bancos. Si yo tengo un préstamo concedido con unas condiciones de subrogación, es lógico que el banco mire al cliente, pero es que están siendo muy restrictivos. Lo más importante, de todas formas, es generar confianza. El ciudadano que quiera comprar una vivienda, que lo haga. La gente se cree que va a encontrar gantas porque se ha generado esa expectativa. Llevamos un año padeciendo eso por culpa de la Administración, que ha querido desinflar la burbuja inmobiliaria y se le ha ido de las manos.

J. A. S. ¿No crees que los promotores tienen que cambiar el chip y aprender a vender su producto? Porque antes lo tenían muy fácil. Todo estaba vendido antes de construirlo. Hay que saber vender y para eso hay que esforzarse.

J. M. H. Creo que la promoción ha mejorado mucho en esta década. Estamos hablando de promotores serios. El problema es que la crisis nos ha pillado a todos, incluso a los más preparados, por sorpresa. Al contrario que en otras crisis, yo creo que a las empresas grandes esta les va a costar más trabajo. La Ley de Suelo ha depreciado el suelo que tenían muchos promotores, y ha dejado sus activos al mínimo.

J. A. S. Yo entiendo que han querido poner un poco de orden.

J. M. H. Lo entiendo, pero deberían haber dejado una moratoria de tres o cuatro años. No se puede legislar con carácter retroactivo. A muchos promotores les ha pillado con suelo que ahora no se reconoce en el POTA como urbanizable. Y eso a las empresas grandes les puede perjudicar mucho.

J. A. S. Sí, pero estoy convencido de que esta crisis servirá como criba. Aquí, en los últimos años, cualquier oficial avispado ha cogido su furgoneta y su móvil y se ha convertido en constructor.

J. M. H. Es que parece que la promoción es muy fácil. Pero en realidad es una actividad muy compleja y muy relacionada con el mundo financiero. Hay que comprar el solar, urbanizarlo, hacer la obra y hacer miles de trámites burocráticos. Y, en ese camino, lógicamente se quedan muchas partes de la tarta de beneficios. En los últimos años, los impuestos han subido hasta representar prácticamente el 25% del coste de una obra. No es que al promotor le cueste dinero, pero se deja mucho en la puesta en marcha de la obra.

J. A. S. Por eso estoy convencido de que esta criba va a venir bien para promotores, constructores e incluso para los profesionales relacionados. Le va a venir bien al sector. Tengo esa esperanza. Estoy convencido de que en un año largo se podrá estabilizar la situación. Mientras tanto, hay que pensar en las reformas y en mirar al centro, a la ciudad. Aunque para eso los ayuntamientos tienen que dar facilidades y ayudas.

J. M. H. El Plan Centro está hecho, aunque lógicamente tiene que ser más ágil. Pero la crisis también está afectando al centro. El 90% de mis promociones están en el centro y yo tampoco vendo. El Plan Centro está en vigor y creo que se están haciendo cosas, aunque hay que potenciar más que los propietarios dejen reformar sus viviendas. Creo que la rehabilitación es muy importante.

J. A. S. Pero las administraciones públicas tienen que dar más facilidades a los promotores y constructores, porque ahora la reforma es muy complicada.

J. M. H. Yo he apostado por el centro y espero que mis viviendas tengan salida.

J. A. S. Podemos sacar otro tema candente y es que los promotores van por una línea, el Ayuntamiento por otro y los arquitectos técnicos por otro: el Plan General de Ordenación Urbana.

J. M. H. Ese es un tema político en el que pintamos poco los agentes sociales.

J. A. S. Sí, pero me da pena que no se haya originado un debate social. En el 85 sí que generó debate.

J. M. H. Es que entonces la política estaba muy incipiente. Yo ya dije en el 85 lo que había que hacer con la Vega, aunque lo tacharon de disparate. Dividirla en parcelas mínimas de 10.000 metros con avenidas de 100 metros. Hacer muy pocas viviendas y muy caras para, con esa plusvalía que generan, comprar 4 o 5 millones de metros cuadrados y hacer un gran parque.

J. A. S. Yo estoy de acuerdo en hacer un gran parque.

J. M. H. De lo que hay que olvidarse, y eso ya lo dije cuando presentamos las alegaciones al PGOU, es de Granada como capital. Hay que pensar en el Área Metropolitana. Pero los políticos tampoco han hecho sus deberes. No se ha hecho nada en nueve años para conectar los 32 municipios con pequeñas autovías, como contemplaba el POTAUG. Lo que ha sido siempre una falacia es la afirmación de que los promotores queremos llevar el ladrillo a la Vega. Lo que queremos es que se ordene, que se deje ese abandono al que está sometida, porque hay casi 1.000 viviendas ilegales en la Vega. Lo que hay que hacer es proteger la Vega y actuar sobre ella.

J. A. S. Lo ideal es darle vida, pero conservando su carácter especial. Y eso puede hacerse con un gran parque. Porque lleva 30 años abandonada. El PGOU tampoco lo hemos debatido las instituciones.

J. M. H. Lo que hay que hacer es ser honrados y admitir que no se puede construir más en Granada. Y, en la Vega, hacer un Parque Metropolitano y dejar crecer a los pueblos de alrededor lo que tengan que crecer y lo que les permita la normativa. Entonces tendremos una Ciudad Metropolitana de 800.000 habitantes, que nos permitirá tener más peso a nivel nacional.

J. A. S. El problema con la Vega es que se ha vendido que los promotores y constructores estáis defendiendo más viviendas. El Ayuntamiento acaba de encargar un estudio a la Universidad de Granada para ver cuántas viviendas son necesarias en Granada y cuántas están deshabitadas.

J. M. H. En Granada, según los datos de Emasagra, hay 2.860 viviendas libres.

J. A. S. ¿No te parece un fallo elaborar un avance de PGOU sin haber estudiado previamente las necesidades de vivienda?

J. M. H. En Granada, si no se construye un poco más, vivir será un privilegio. Cada año que pase la vivienda estará más cara porque no queda. Últimamente se está hablando mucho del tema de la vivienda protegida. Pero las VPO salen a cuenta a costa de las viviendas libres. Las VPO tienen un coste muy alto de suelo que se salda con viviendas libres. Se está vendiendo la vivienda protegida como solución a la crisis, pero no lo es. Las VPO se venden bien en las capitales, pero no en los pueblos, porque el precio de la VPO es muy parecido al de la libre. Para salir de la crisis hay que generar confianza. Si no, vamos por mal camino. Y, sobre todo, hay que empezar a preocuparse por los trabajadores del sector.

J. A. S. Yo hacía años que no vivía situaciones como las que vivo ahora. Cuando estoy en una obra, si no pasan 15 personas para pedir trabajo, no pasa ninguna. De media pasan unas 50 al día. El motivo es que en la Costa se ha quedado mucha gente en paro que vive en Granada y que va de obra en obra buscando trabajo.

J. M. H. Antes era al revés, era el constructor el que tenía que estar buscando a los trabajadores.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios