El nuevo panorama laboral, surgido de una crisis financiera que se está cebando con los trabajadores y que goza del dudoso honor de hacer crecer el nivel de desempleo a un ritmo histórico, no es nada alentador. Los últimos datos publicados por el Servicio Público Estatal de Empleo (antiguo Inem) señalan que el crecimiento del paro, que ya afecta a 67.816 trabajadores de la provincia -lo que significa que alrededor del 16,1% de la población activa granadina está desempleada- está siendo acompañado por un importante descenso de la contratación.

Según los datos del organismo dependiente del Ministerio de Trabajo, entre los meses de enero y octubre se han formalizado en la provincia 327.362 contratos laborales, lo que significa que el nivel de contratación de las empresas granadinas ha caído alrededor de un 5,2% respecto al mismo periodo del año anterior, cuando se formalizaron 345.312 acuerdos de trabajo.

La diferencia, de más de 17.950 contrataciones, marca un hito en la historia más reciente del mercado laboral granadino. Porque la caída que ha experimentado en lo que va de año la contratación -que se hace todavía más evidente en el caso de los contratos indefinidos, que se han desplomado un 17,5%-, es la mayor de los últimos seis años.

Y es que desde el año 2002 -como poco, porque la serie histórica de contratos registrados del Inem no va más allá de este año- la contratación durante los diez primeros meses del ejercicio había seguido una tendencia ascendente que ha sido bruscamente frenada por la crisis. A lo largo de estos años, la contratación registrada de enero a octubre arrojaba un crecimiento medio del 7,8%.

Esto ha provocado que el número de contratos formalizados se retrotraiga a niveles parecidos a los del año 2005, en el que las empresas granadinas dieron empleo a 296.558 trabajadores.

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