La crisis del coronavirus parece haber paralizado el mundo pero lejos de quedarse con el monopolio de la realidad hay muchas personas que tienen que continuar con su rutina sanitaria y entre ellas se encuentran los pacientes toxicómanos que se atienden en el Virgen de las Nieves a través del programa Pepsa. Este trata a drogadictos de larga duración de Granada que han intentado sin éxito desengancharse de su adicción por lo que son tratados con esta droga como medicamento. 

A día de hoy son 17 los pacientes que continúan acudiendo al centro a recoger su dosis, los mismos que había antes de la crisis del Covid-19. De ellos 14 están con tratamiento de heroína intravenosa y los otros tres reciben metadona. Estos últimos comenzaron su tratamiento con heroína pero por reacciones adversas a la heroína intravenosa tuvieron que pasar al tratamiento con metadona. 

La Junta de Andalucía ha mantenido este servicio activo pese a haber reducido en todos los hospitales gran parte de la asistencia sanitaria para centrar esfuerzos en los casos de coronavirus dado que este servicio es tan esencial para el paciente como lo es cualquier otro tratamiento vital. Explica el responsable del servicio de Farmacia del Virgen de las Nieves, Alberto Jiménez que desde el centro gestionan todo el programa Pepsa (que comenzó como un ensayo clínico creado en la Escuela de Salud Pública) por el que atienden "a los pacientes que han fracasado en varios programas de desintoxicación de drogas y como consecuencia necesitan estar en tratamiento de forma continuada con heroína". No se trata de un programa de deshabituación dado que estas personas clínicamente ya no pueden desengancharse y por eso necesitan la dosis de droga diaria. 

"Incluso dada la situación en la que estamos no se puede interrumpir el tratamiento, la mayoría de veces los pacientes reciben la dosis dos veces al día, por la mañana y por la tarde", señala. Con el estado de alarma y todas las medidas de prevención contra nuevos contagios que existe tanto en las calles como especialmente en los centros sanitarios, la prudencia es en este caso también imprescindible. "Antes los pacientes llegaban de forma libre dentro del horario de administración del tratamiento y ahora se hace una citación estricta para que únicamente haya tres pacientes en el recinto del Pepsa".

Cada uno de los pacientes acuden al puesto de administración que guarda la distancia de seguridad y de esta manera no se colapsan las instalaciones, asegura. Estas personas tienen que hacer higiene de manos cuando acuden a por su dosis y se les coloca la mascarilla. En cuanto a los profesionales, se han hecho unos turnos mínimos para evitar la exposición personal.

En cuanto al resto de servicios de drogodependencia, desde la farmacia del hospital se fabrica la metadona en comprimidos y se distribuye a los centros de toda Andalucía así como Ceuta y Melilla, estos sí son programas de deshabituación. "El personal que trabaja en esa unidad realizó un sobre estocaje de metadona y seguimos realizando el reparto en los centros de drogodependencia pese al estado de alarma".