Granada

La crisis aterriza en Granada

  • En lo que va de año se han creado 756 empresas menos que en 2007· El número de parados aumenta en todos los sectores · Los turistas se mantienen fieles a la provincia

¿Hay alguien que, a estas alturas, no hable de crisis? Obviando a los políticos a los que le ha tocado lidiar con una situación económica extremadamente delicada, ya son pocos los que se niegan a admitir una evidencia que salta a la vista y que sacude los bolsillos de familias, trabajadores y empresarios granadinos.

La dinámica empresarial es probablemente uno de los indicadores decisivos para tomar el pulso a la economía de una región. Cuantas más empresas, más puestos de trabajo, menos paro y, por tanto, más estabilidad. Pues bien, durante el primer cuatrimestre del año se crearon tan sólo 637 sociedades mercantiles, un 54,3% menos en comparación con las 1.393 que se constituyeron en el mismo periodo de 2007.

De hecho, el presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Granada (AJE), Joaquín Rubio, indica que "los bancos han cerrado el grifo a la financiación" y que ya son muchos los jóvenes emprendedores que reciben un no por respuesta cuando acuden a las entidades de crédito para solicitar un préstamo. Según un estudio realizado por la organización empresarial, durante los tres primeros meses del año el 72,8% de los emprendedores que han solicitado un préstamo han visto denegada su petición.

Es más, la falta de liquidez de bancos y cajas de ahorro y la restricción del crédito no sólo ha derivado en una merma significativa del número de nuevas empresas, sino también en un mayor índice de mortalidad de las que ya existían. Y es que en los cuatro primeros meses del año el cierre de empresas casi se ha duplicado, pasando de las 69 disoluciones a las más de 120 que se han registrado entre enero y abril de este año.

Además, la situación económica de la provincia ha llevado a siete empresas granadinas, incapaces de satisfacer las deudas contraídas con sus acreedores, a declararse insolventes ante el titular del Juzgado de lo Mercantil.

El cierre de empresas y la desaceleración de la actividad de las que todavía existen tiene una consecuencia directa en el mercado de trabajo. Los últimos datos publicados por el Ministerio de Trabajo señalan que a finales de junio existían en la provincia 53.843 parados, un 23,3% más que en el mismo mes del año anterior. Aunque todos los sectores profesionales han experimentado un crecimiento considerable de la tasa de desempleo, son los trabajadores de la construcción los que más están sufriendo el cese de la actividad. En tan sólo un año, el paro relacionado con la promoción y la construcción inmobiliaria ha crecido un 82,6%. Es decir, que los obreros en paro casi se han duplicado en los últimos doce meses.

Y no parece que, al menos en el futuro inmediato, esta situación pueda dar un giro inesperado. De hecho, el Ministerio de Vivienda informó hace apenas una semana que las viviendas iniciadas durante el primer trimestre del año se desplomaron un 25% con respecto al mismo periodo de 2007. Es más, en función de los últimos datos publicados por el Ministerio de Fomento se puede asegurar que, al menos en los próximos meses la tendencia de la puesta en marcha de nuevas promociones inmobiliarias seguirá siendo a la baja, ya que durante los tres primeros meses del año el número de viviendas visadas por el Colegio de Arquitectos Técnicos de Granada -2.525- cayó un 54,8% con respecto al primer trimestre del año anterior. Y si no hay visados, no hay obra nueva.

El presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Granada, José Manuel Hidalgo, ha explicado en innumerables ocasiones que existen al menos dos razones de peso que explican la situación por la que pasa el sector. Por una parte, la falta de liquidez de las entidades bancarias y la rigurosidad que aplican a la hora de conceder préstamos para la construcción. Y, por otra, la falta de confianza -y de ahorros- de los consumidores.

A la vista está, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que cada vez son menos los granadinos que se atreven a comprar una vivienda -las transacciones inmobiliarias han caído un 10,8% entre enero y abril- o a endeudarse los próximos treinta o cincuenta años con una hipoteca que, además, no deja de subir al ritmo de un desbocado Euríbor.

Porque esta crisis, que los expertos aseguran que se acerca peligrosamente a los niveles de la de 1993, está afectando sensiblemente al bolsillo de los consumidores granadinos. El aumento del paro y la escalada de los precios de los carburantes y de los productos básicos ha provocado que la morosidad se dispare en los primeros cuatro meses del año un 40%. Según la estadística de efectos de comercio impagados del INE, entre enero y abril los granadinos dejaron de pagar a bancos y cajas de ahorro más de 26.645 recibos de transacciones comerciales, adquiriendo una deuda que supera los 105,3 millones de euros.

Dejando a un lado la morosidad, la crisis también ha llevado a las familias granadinas a contener su consumo. Y, evidentemente, es el comercio de la provincia el que se está viendo mas perjudicado. A principios de semana, justo antes de que comenzara el actual periodo de rebajas, el presidente de la Federación Provincial de Comercio, Enrique Oviedo, explicó que entre mayo y junio la crisis económica ha reducido las ventas de los establecimientos comerciales de la provincia alrededor de un 40%. De ahí que los saldos, este año, hayan comenzado con rebajas agresivas de hasta el 50%.

El presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Granada, Javier Jiménez, asegura que "la tendencia seguirá siendo negativa" durante los próximos meses. Por ello, Jiménez animó a los empresarios a no quedarse quietos, sino a "mejorar la competitividad" a través de la innovación y a la internacionalización .

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