Granada

La crisis deja sin hogar a mujeres y parejas cada vez más jóvenes

  • El Ayuntamiento tiene que ampliar las casas de acogida para familias sin vivienda ante la fuerte demanda de personas que no tienen recursos, trabajo o apoyo

Las mujeres o las parejas con hijos a su cargo que en los últimos dos años han perdido su hogar y no cuentan con recursos para procurarse un sitio donde vivir son cada vez más jóvenes. Son los efectos de la crisis. Personas que vivían una vida integrada y que en muy poco tiempo lo han perdido casi todo.

El Ayuntamiento de Granada tiene un servicio de atención a estas personas sin hogar que les facilita hospedaje en unos pisos durante un periodo transitorio hasta que son capaces de encontrar una salida diferente a la de quedarse en la calle.

La demanda de estas casas se ha disparado en los últimos años y el municipio ha tenido que dotar este verano pasado una nueva vivienda para familias en una situación extrema: pierden su trabajo y su casa, no tienen cualificación y no cuentan con apoyo de sus familiares o conocidos.

El perfil más común es el de familias monoparentales, casi siempre una mujer con uno o dos menores a su cargo, con una edad media de 25 a 35 años, española, con un nivel de formación muy bajo y sin experiencia laboral. En muchos casos se trata de mujeres que siempre han sido amas de casa.

No obstante, el año pasado las familias biparentales atendidas por este servicio de personas sin hogar con hijos han aumentado incluso por encima de las monoparentales.

El 63% de los usuarios de estos servicios son de nacionalidad española, frente al 37% de extranjeros. El concejal de Familia, Fernando Egea, explicó que entre la población inmigrante destaca el aumento de rumanos. En 2011 fueron doce personas más que en 2010. También se ha atendido a senegaleses por primera vez y ha descendido el número de marroquíes. La proporción de personas españolas está creciendo año a año desde que comenzó la crisis, si bien Egea aseguró ayer que no se ha producido un repunte muy significativo.

Debido a la demanda que tiene este servicio de ayuda a familias el Ayuntamiento se ve obligado a "establecer límites", en cuanto al tiempo que estas personas pueden vivir en los pisos.

Este verano comenzó a funcionar una nueva vivienda familiar, pasando de 8 a 15 las plazas disponibles. Está previsto que con esta ampliación 2012 termine con muchas más acciones de atención. En 2011 se registraron más de 2.000 estancias, de las que se beneficiaron 72 personas, 38 de ellos menores de edad.

Egea explicó que este servicio es cada vez más importante, dado el grado de precariedad de muchas familias como la que tuvo a su hijo hace menos de un mes en una de las viviendas municipales.

La formación de los hijos es otro de los elementos que se fiscaliza en estas viviendas, pues el 35% de los menores llegan a las casas sin ni siquiera estar escolarizados.

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