Granada

"Si la crisis se prolonga durante un año o dos lo vamos a pasar realmente mal"

  • La caída de la actividad en el sector granadino de la construcción y la promoción inmobiliaria ya ha empezado a traducirse en pérdidas de empleos y cierre de sociedades empresariales

Realista. El presidente de la Asociación de Constructores y Promotores, José Manuel Hidalgo Gómez, afronta la nueva situación del sector inmobiliario, especialmente sangrante respecto a la pérdida de empleo, sin tapujos. Y sin esconderse detrás de los eufemismos a los que tan acostumbradas están las empresas y representantes del ladrillo.

-¿Desaceleración o crisis?

-A principios de 2007 se entendía como una desaceleración. Pero ahora, desde finales de año, está claro que se ha instalado una crisis en el sector. Las promotoras no están vendiendo viviendas. Y ya no se puede esconder la realidad que hay y que afecta no sólo a la construcción, sino a todos los demás sectores. Sobre todo entendemos que hay crisis si observamos los datos del Servicio Público de Empleo. En términos generales el paro ha registrado un crecimiento interanual del 5,27 por ciento, la mayor cifra de desempleados desde el año 2003. Y en el sector de la construcción el paro ha aumentado un 13 por ciento.

-¿Va a seguir empeorando la situación?

-Todavía en 2007, y puede que también en 2008, hemos estado siguiendo la inercia del mercado. Todavía hay promociones que se están edificando. Pero a medida que esas construcciones concluyan, lógicamente, va a ir mucha más gente al paro. Desde octubre, en la provincia ya se está perdiendo una media de entre 900 y 1.000 trabajadores de la construcción al mes. Si la crisis se prolonga durante un año o dos, en Granada lo vamos a pasar realmente mal. Y lo que más me preocupa no es que las empresas constructoras y promotoras lo vayan a tener difícil, que también, sino que muchos trabajadores se van a quedar en paro. Y esas personas sí que van a tener un gran problema para pagar sus gastos y sus préstamos hipotecarios.

-Y las constructoras granadinas, ¿cómo están soportando la nueva situación?

-La desaceleración del sector ya la veíamos venir desde hace tiempo y, por ello, las empresas importantes están diversificando e internacionalizando su actividad. Pero esas son las grandes. Otras muchas empresas, las más pequeñas, desaparecerán o se verán obligadas a reorganizarse. Nos tendremos que ir adaptando a cómo vengan las cosas. Cada constructora tendrán que adaptarse a la nueva situación según sus condiciones financieras y su posesión de suelo. Lo que sí está claro es que, como está pasando a nivel nacional, tanto las empresas grandes como las pequeñas van a verse afectadas.

-¿Es la construcción de viviendas de protección oficial la solución a todos estos problemas?

-En el Pacto Andaluz de la Vivienda que ha desarrollado el Gobierno autonómico está contemplada la construcción de 300.000 VPO. Pero no son una solución. Nosotros estimamos que esas viviendas no se van a poder entregar hasta que pasen siete u ocho años. Por lo tanto, no va a solucionar a corto plazo el problema del desempleo. El anuncio, al igual que otras medidas gubernamentales, sólo ha servido para crear falsas expectativas entre la ciudadanía.

-¿Tan negativas han sido las medidas de las administraciones en materia de vivienda?

-El mensaje que han mandado es que todas las viviendas de protección oficial en proyecto ya estaban listas para venderse. Y además han lanzado ayudas económicas para los alquileres y han asegurado que el precio de la vivienda va a bajar. Todo esto ha hecho que la gente esté expectante, a la espera de conseguir una VPO o de que caigan los precios. Pero la realidad es que el coste de la vivienda libre no va a bajar -aunque sí el de los inmuebles de segunda mano- y que la de protección oficial no estará disponible antes de siete u ocho años.

-¿Qué responsabilidad tienen los propios constructores en el alza de los precios y, por tanto, en el parón de la demanda?

-El problema del encarecimiento de la vivienda -que algo ha repercutido en la crisis actual- viene motivado por el precio del suelo. Es nuestra materia prima. No es responsabilidad directa del promotor que el precio sea tan alto. A los promotores siempre nos meten en el mismo saco y nos acusan de llevarnos todo el trozo de la tarta. Pero en una promoción normal el margen de beneficio es como el de cualquier otra actividad empresarial y ronda entre un 10 y un 15 por ciento. Son márgenes muy normales en el sistema industrial.

-En el mejor de los casos, ¿hasta cuándo podría prolongarse la situación?

-Yo tengo la esperanza de que una vez que pasen las elecciones, para abril o mayo de este año, empiece a cambiar la dinámica. Espero que cuando la gente se dé cuenta de que no hay viviendas de protección oficial reaparezca la demanda y se pueda retomar la plena actividad en el sector.

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