Granada

La crónica de una muerte segura

  • El número de abandonos de animales en Granada alcanza ya los 1.400 lo que supone 600 más que el mismo periodo del año anterior · Las protectoras se quejan de que todavía queda el periodo más duro

La crónica se puede calcar casi párrafo por párrafo todos los años cuando llegan estas fechas. Pero en esta ocasión, además de darle a cortar y pegar hay que modificar las cifras, que son todavía más dramáticas: en lo que va de año se han abandonado ya 1.400 animales, 600 más que en el mismo periodo de 2009. Y todavía viene lo peor: las vacaciones de verano, porque en esta época muchos ciudadanos abandonan a sus mascotas ante la imposibilidad de llevárselas con ellos a su lugar de descanso o de asumir el gasto de una residencia animal.

La responsable de la Plataforma en Defensa del Animal Abandonado de Granada, Maite Castrejón, cuenta que 2010 está siendo "desolador" para las protectores y refugios de la provincia porque los abandonos están aumentando y "los recursos técnicos y humanos" son los mismos.

Si el año pasado se abandonaron en la provincia de Granada 3.700 animales, la mayoría perros y gatos, y en este "la tendencia va en aumento" según señala Castrejón, la situación puede ser aún mucho más lamentable.

Y es que, a pesar a las campañas de sensibilización llevadas a cabo estos meses por la plataforma, el abandono de camadas de gatos y cachorros es "masivo" y mantiene saturados a estos recintos, que en algunos casos ya duplican su cupo máximo de animales.

Castrejón achaca esta situación a la escasa conciencia que existe en España sobre el cuidado a los animales domésticos. "Aún hay mucha gente que los ve como objetos y los adquiere sin meditarlo lo suficiente". Y lo que es mucho peor, los abandona igual.

Uno de los principales problemas para atajar el drama del abandono de perros es que en España todavía hay muchas personas que muestran reticencias a castrarlos por creer que se les va a privar de un sentimiento humano que "en realidad no tienen" cuando, a juicio de Castrejón, esta práctica previene numerosos tumores e infecciones y es clave para reducir el número de abandonos.

Sería necesario que las instituciones se involucren en difundir las bondades de esta práctica entre la ciudadanía mediante campañas de sensibilización y acciones concretas como se realizan en otras ciudades. En Barcelona, por ejemplo, las instituciones ofrecen un día al año la posibilidad de realizar la castración de forma totalmente gratuita, lo que "supone mucho" para la Plataforma en Defensa del Animal Abandonado, que integra siete asociaciones y protectoras dispersas por la provincia.

El final de esta crónica también siempre es igual: el vaticinio de su muerte segura por inanición o desangrados en la cuneta.

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