Victorino Girela. Responsable del sector de Sanidad de CSIF Granada

“Vamos a seguir trabajando para devolver la ilusión a los profesionales de la sanidad pública”

  • El próximo 20 de febrero más de 14.000 profesionales de la sanidad están llamados a las urnas 

  • CSIF Granada presenta su candidatura con un programa en el que “todos somos necesarios”

Victorino Girela. Responsable del sector de Sanidad de CSIF Granada

Victorino Girela. Responsable del sector de Sanidad de CSIF Granada / Álex Cámara

Médico de familia, Victorino Girela es el responsable del sector de Sanidad de CSIF Granada desde 2014. Ante las próximas elecciones sindicales del Servicio Andaluz de Salud (SAS), a las que hay convocados 14.238 profesionales de la sanidad pública en Granada de cerca de 50 categorías, repasa la situación que vive la provincia y los objetivos que se ha marcado la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) para los próximos cuatro años. Su lema, el del CSIF, no deja a nadie atrás Todos somos necesarios. Si cae uno, caemos todos. Estos cuatro años han sido de superación y lucha continua, o como él mismo dice “de mucho trabajo duro y apasionante”. Girela analiza los últimos cuatro años de la sanidad granadina, marcados por numerosos retrocesos en la calidad, la imposición de las 37,5 horas de trabajo semanal, el levantamiento de la ciudadanía y de los profesionales ante la fusión hospitalaria. Desde entonces arrastramos problemas en las plantillas que se han quedado cortas, listas de espera de hasta una semana en atención primaria y que, a nivel general, han aumentado en un 42% en la sanidad pública andaluza solo en la última década. Nos hemos sentado con todos los partidos y hemos defendido en todas las administraciones y mesas de negociación más plantillas y más recursos.

–¿Cuáles son los logros conseguidos en estos años?

–Había mucho que recuperar porque se nos han recortado muchos derechos en los últimos años. Conseguimos volver a la jornada laboral de 35 horas en 2017, un hito en la función pública andaluza y uno de los mayores logros de CSIF, así como eliminar los descuentos en nómina cada vez que nos ponemos enfermos. De igual modo, se nos ha restituido parte del salario recortado, aunque aún queda alguna parte autónomica de nuestra paga extra por recuperar, y hemos aumentado los permisos por paternidad de las 8 a las 20 semanas en 2020. Aparte, hemos reactivado la carrera profesional –reconocida para personal sanitario del grupo A y B, es decir, enfermería, fisioterapeuta, matronas y médicos; el resto de categorías, no–. La administración saliente adquirió el compromiso con nosotros para que en 2019 tengamos la carrera para todas las categorías profesionales, ahora esa exigencia se la vamos a trasladar al nuevo ejecutivo y responsable de sanidad, porque es de justicia y una de nuestras principales peticiones.

–El laboratorio también fue un servicio muy dañado...

–Sí, con la fusión se planteó un macrolaboratorio en el PTS con 3.500 metros cuadrados y donde se procesan diariamente sobre las 16.000 muestras –se realizan las analíticas para toda la provincia–, cuando se desfusionaron los hospitales quedó un laboratorio de mínimos y tuvieron que empezar asumir pruebas propias... faltaba gente, eso hizo que nos concentráramos varias veces en la puerta del hospital reclamando más personal en el laboratorio, también lo hemos hecho en Motril, Baza... poco a poco se ha ido consiguiendo que se haya contratado a más gente...

–¿Cómo está el ambiente ahora?

–Ahora hay un ambiente más positivo, aunque estamos muy lejos de lo que pedimos. Por ejemplo, hemos solicitado la ratio adecuada según profesionales. En el caso de Fisioterapia faltan muchos profesionales, sobre todo en Atención Primaria tenemos uno por cada 10.000 habitantes y lo ideal sería uno por cada 1.500. Y a pesar de que la administración saliente reforzó un poco la Atención Primaria para nosotros es insuficiente en Granada. Es una petición que hemos vuelto a hacer y esperamos lograr.

Andalucía es la comunidad que menos menos gasta por habitante en Salud, apenas llegamos a los 1.000 euros. Eso es bajar la calidad

–¿Cuáles serán las principales demandas para este nuevo periodo?

–Exigir al SAS la equiparación salarial con respecto a otras comunidades autónomas así como la jubilación voluntaria anticipada sin penalización económica para los trabajadores del sistema sanitario, sobre todo en puestos con condiciones de peligrosidad determinadas. También pedimos que la administración ponga en marcha el Plan de Agresiones, además de medidas físicas de protección y que se refuerce la seguridad en los centros que han sufrido más agresiones. Otra de nuestras demandas es que se adapten los puestos de trabajo que por su situación de salud y seguridad así lo requieran.

–¿Qué opina de la fuga de profesionales?

–Es algo que nos preocupa muchísimo. Generamos talento que perdemos sobre la marcha. En los próximos años se van a jubilar muchos médicos y la administración tiene dificultad para encontrar profesionales. Este problema no solo afecta a Andalucía, aunque aquí es especialmente grave porque las condiciones laborales son peores que las que hay en otras comunidades autónomas. Es hora de que se incentive a nuestros profesionales para que no salgan fuera a trabajar con mejores contratos y retribuciones.

–Y encima la problemática de las bolsas de empleo...

–Es inaudito e inadmisible que la gente que se examinó en la oferta pública de empleo 2013-2015 aun no haya tomado posesión de su plaza... ¡estamos en 2019! La gente tiene que volver a examinarse sin saber si tienen plaza o no.

–¿Qué intereses puede haber tras esto?

–La eventualidad le ha funcionado muy bien al SAS, que siempre ha contado con plantillas de 30-40% de eventuales. Eso es un disparate. De ahí vino la OPE de estabilización porque Europa le exigía que la temporalidad no superará el 8%, y aquí estamos muy por encima. En esa cantidad de contrato eventuales encuentran más flexibilidad para manejar las plantillas, aquí dejo a los que yo quiero... utilizan las discrecionalidad a la hora de situar a la gente. Gracias a la presión en la calle y en las mesas de negociación hemos logrado un incremento del 8% en la plantilla del SAS y la convocatoria de casi 30.000 plazas más en los últimos años; no obstante, seguimos sin cubrir y con una tasa de temporalidad alta.

–¿Hasta qué punto considera que está en peligro la Sanidad Pública?

–No creo que esté en peligro. La sanidad privada y la pública conviven y en algún momento son complementarias, es cierto que cuando el ciudadano tiene algún problema grave quieren que lo atiendan en la pública, porque existen unos magníficos profesionales. La pública tiene que apostar por tener recursos suficientes para que toda la ciudadanía tenga una atención sanitaria de calidad.

–¿Qué opina de la Ley de Sostenibilidad del sistema público?

–Esto ha generado mucho debate. ¿Qué es sostenibiliad? Ser sostenible pero ... ¿A costa de qué? Sin reducir empleo ni estándares de calidad en Salud. Eso es fundamental. Llegamos a niveles muy buenos, que hemos perdido y que hay que recuperar. Y eso se hace invirtiendo más dinero. Andalucía es la Comunidad Autónoma que menos gasta por habitante en Salud, frente comunidades como Navarra o País Vasco que están por encima de los 1.500 euros por habitante, en Andalucía apenas llegamos a los 1.000 euros por habitante. Eso al final es bajar la calidad.

Al nuevo gobierno andaluz le pedimos que despoliticen la sanidad , que utilicen a los profesionales y que manden los criterios técnicos

–¿Qué le pide al nuevo gobierno andaluz?

–Que sean eficaces y eficientes en la gestión, que despoliticen la sanidad, y sobre todo, que utilicen a los profesionales y que sean los criterios técnicos los que manden.

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