Granada

La curva de la infelicidad

  • Un matrimonio de Carchuna, cuyo hijo de 15 años falleció en 2004 tras ser operado de la espalda, lleva a juicio esta semana al cirujano que lo intervino La pareja cree que hubo negligencia médica

Hay personas que hablan con la mirada. Encarni Jiménez y Francisco Rodríguez lo dicen todo sin palabras. Diez años después de que su hijo Francisco José, un chico de 15 años inteligente -casi superdotado-, bueno y lleno de vida, muriera tras someterse a una operación de escoliosis, siguen sin poder disimular la tristeza en la que les sumió su pérdida. La pareja, que es de Carchuna, era una familia "casi perfecta", pero su felicidad se resquebrajó de la noche a la mañana. "Nos queremos y eso nos hace seguir adelante y unidos, con la ayuda de nuestra otra hija", dice Francisco.

Su hijo permaneció ocho días en la UCI tras someterse en el Hospital de Traumatología de Granada a una intervención quirúrgica para corregir la desviación que tenía en la columna vertebral. Fue el 7 de julio de 2004 y al salir del quirófano sufrió una "gran hemorragia" interna. En esos ocho días de desvelo, el matrimonio no se movió del hospital, aguardando una mejoría que no se llegó a producir y esperando una explicación que, según afirma Encarni, "nunca" recibieron. Por ello, decidieron exigirla judicialmente y denunciaron al cirujano que intervino a su hijo.

Su denuncia aterrizó en el Juzgado de Instrucción 2 de Granada y dio lugar a una investigación penal que fue archivada hasta en tres ocasiones. Finalmente, la Audiencia de Granada ordenó que el caso llegara a juicio. La vista se desarrollará esta semana en el Juzgado de lo Penal 6 de la capital. Arranca el próximo martes.

En el banquillo se sentará el cirujano I.L., para quien solicitan dos años y y cinco meses de prisión como presunto autor de un delito de homicidio por imprudencia grave y profesional. Igualmente piden que sea inhabilitado para el ejercicio de su profesión por cuatro años y cinco meses.

En cuanto a la indemnización, reclaman, en caso de condena, 280.000 euros, y acusan como responsables civiles al Servicio Andaluz de Salud (SAS), a la Agrupación Mutual Aseguradora y a otra compañía de seguros.

La Fiscalía, por contra, no ha formulado acusación contra el sanitario, mientras que la defensa, según las fuentes del caso consultadas por este diario, pedirá la libre absolución del profesional, por entender que no hubo mala praxis y que el cirujano actuó siempre conforme a la lex artis.

En su escrito de conclusiones provisionales, al que ha tenido acceso este diario, los abogados del matrimonio, que ejerce la acusación particular, sostienen que "el hecho de no haber controlado la hemorragia inicialmente en el quirófano implicó la existencia de un riesgo vital para el paciente, siendo ésta la causa del fallecimiento, dado que la gran hemorragia provocó el fallo multiorgánico y el fallecimiento posterior". La hemorragia se produjo, según mantienen, por la perforación de un vaso sanguíneo: la vena cava inferior.

Encarni y Francisco, que se dedican a la agricultura, tienen otra hija, también con escoliosis. Tras el trágico desenlace de la intervención de su hijo, descartaron totalmente su paso por quirófano. Viajaron a Barcelona en busca de otra solución y recurrieron a un método distinto: un tratamiento ortopédico, "con un corsé especial", que ha hecho que la joven mejore de forma sustancial. "Ahora sabemos que la operación no implicaba que nuestro hijo hubiera tenido menos dolores y menos sufrimiento", indican, a la vez que aseguran que "no" les advirtieron de que podía haber una complicación que pusiera en riesgo la vida del menor.

"Nos dijeron que la operación era muy sencilla y rutinaria, para mejorar la calidad de vida de nuestro hijo", señala Francisco con lágrimas en los ojos. Su mujer, que lleva su imagen grabada en una medalla además de en el alma, trata de no llorar mientras lo escucha, pero no puede. "Todavía, cuando vamos a un restaurante pedimos mesa para cuatro", dice el hombre con la voz rota. "No asimilamos que no esté".

Los dos llegarán hasta donde tengan que llegar en busca de respuestas a sus preguntas. "Cada día nos falta, y es muy difícil vivir sin él", añade Encarni con impotencia. Tanto ella como su marido tendrán que declarar también en el juicio, ambos como testigos, y convencidos de que su hijo fue víctima de una supuesta "negligencia médica".

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