Profesiones en la pandemia del Covid-19

Dentistas en Granada con responsabilidad pese al riesgo infeccioso

  • Isaías Martínez es uno de los pocos odontólogos que está cumpliendo con servicios mínimos en Granada redoblando la seguridad con ozono y todas las protecciones posibles contra el coronavirus

Dentistas con responsabilidad desde Granada pese al riesgo infeccioso

Si al dolor de muelas simbólico de la crisis del coronavirus se le añade un dolor de muelas real, en la Granada confinada hay muy pocas clínicas disponibles para una urgencia así. Una de ellas es la Centro Dental Multiespecialista de Isaías Martínez, quien a punto de cumplir 65 años y diagnosticado como hipertenso no le ha tocado otra que enfundarse la bata de la responsabilidad y atender a los pacientes que llegan con problemas bucodentales.

Tirando de profesionalismo, estoicismo, conciencia, de recursos propios y de equilibrios empresariales, Martínez es uno de los pocos odontólogos con el 'cartel' de abierto por servicio esencial en la ciudad y, claro, ha tenido que redoblar su protocolo de seguridad e higiene en una profesión sanitaria de máximo riesgo y exposición como la suya.

Para ello, cuenta con dos máquinas de ozono para desinfectar, una técnica que aunque no está demostrado científica sí hay evidencias de que hace que el proceso sea más rápido y ayuda a reforzar las medidas.Aunque, más allá de las incongruencias propias del estado de alarma, lo que este dentista considera un grave problema es que no se les estén facilitando pruebas a aquellos profesionales que están cubriendo estas urgencias por la necesidad de protegerlos a ellos y a los pacientes, además de por la información que aportaría.

Asimismo, critica que en un primer momento el Ministerio de Sanidad pidiera material a clínicas dentistas y luego en sus decretos les permita abrir, pues las dejaría al descubierto a la hora de tratar a sus pacientes.Él hizo un pedido grande un tiempo antes de la crisis de diferentes protecciones. "Pongo todas las precauciones para que el tratamientos sea seguro, daño no va a hacer", indica Isaías Martínez a este periódico señalando el estricto protocolo a cumplir tanto por el profesional –que trabaja solo sin auxiliar– como por el paciente y por la persona que luego limpia. Respecto al ozono, asegura que se aplica la concentración suficiente y que ayuda a que haya un gradiente diferente entre la calle y la consulta.

Asegura que hay pocos trabajos más infecciosos que el suyo trabajando tan pegado al paciente

En todo caso, insiste en que pocas profesiones están tan expuestas como la suya, "hay pocos trabajadores que puedan hacer un proceso más infeccioso que nosotros", relata un odontólogo que desde que empezó el estado de alarma ha atendido más de medio centenar de urgencias, una media de dos al día. Asimismo, opina que la recomendación de hacer urgencias por teléfono no es factible y anima a los pacientes con problemas dentales a que "no colapsen hospitales" y acudan a clínicas abiertas ayudando a no propagar los contagios.

De hecho, ha grabado hasta un vídeo en este sentido llamando a la responsabilidad y valentía de los dentistas en esta pandemia."Estoy corriendo riesgo y soy grupo de riesgo", recuerda este odontólogo que al filo de los 65 años ahora ve que la jubilación se complica tras haberse visto obligado a un ERTE y haber solicitado un préstamo ICO que hipotecará sus próximos años. "No podía obligar a nadie a seguir, pero sí podía hacerlo conmigo", dice tirando de juramento hipocrático sobre la responsabilidad que encontraba de seguir atendiendo a gente y mostrar solidaridad con los profesionales sanitarios de los hospitales, pese a que evidentemente ahora mismo no está sacando nada de esto y está trabajando gratis.

"La gente está encantada cuando después de llamar a cuatro o cinco clínicas  le das cita", asegura el responsable del Centro Dental Multiespecialista de Gran Capitán. Elogia también a compañeras como María Eugenia Lechuga, cuya clínica en Arabial es también una de las pocas disponibles en Granada.

Martínez además es experto en medicina tropical y, de modo altruista, tiene varios proyectos de implantes en países africanos como Kenia y clínicas dentales en la República Democrática del Congo. Su futuro lo pensaba dedicar a estas iniciativas en África enseñando a la gente a colocar implantes para poder ofrecerle la posibilidad de una salud dental en países que conoce como Uganda, Tanzania, Burundi o Ruanda.

Pero, antes, de todo este subraya que lo más importante es incidir en que la salud es lo primero y de esto que está ocurriendo hay que salir vivos aunque no por ello obvia su responsabilidad de acudir cada día a la clínica para atender a los pacientes con urgencias reales. Y advierte, de nuevo, sobre la importancia de los test.

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