No hace ni un mes desde la última agresión a un profesor durante el ejercicio de su profesión cuando ya se ha dado a conocer un nuevo caso en la provincia. Esta vez ha sido en Atarfe, en el colegio público Atalaya y, aunque al parecer todo ha quedado en amenazas verbales, ha vuelto a poner en pie a los sindicatos de enseñanza y a la comunidad docente granadina.

Según informaron fuentes sindicales, el pasado viernes los escolares del Atalaya salieron por las calles de Atarfe a celebrar la fiesta de carnaval. Cuando llegó el momento de volver al centro para continuar con las clases un grupo de familiares de los alumnos quiso acceder al patio del centro y una maestra les impidió el paso. Fue entonces cuando se produjo el primer incidente con una de las familias, que fue conminada por la docente a abandonar el colegio.

Los padres del alumno increparon a la profesora e incluso profirieron una serie de amenazas. Según fuentes sindicales, la docente se incorporó ayer por la mañana a clase pero se encontró con otro familiar del alumno que volvió a reiterar estas amenazas y decidió marcharse a casa y consultar con un abogado sobre los incidentes.

La Delegación de Educación aseguró a Granada Hoy que los servicios de la Junta no pueden actuar hasta que no haya una denuncia formal de la profesora agredida o el centro al que pertenece.

No es la primera agresión que se produce en un centro de Granada en lo que va de año. Hace menos de un mes un estudiante golpeó a un profesor en el instituto Martín Recuerda de Motril y, anteriormente, se dieron a conocer otras agresiones en Huétor-Vega, Cúllar-Vega y en el colegio concertado San José de la capital.

CSI.F, por su parte, anunció que iba a dirigirse a la Fiscalía Provincial para que actuase de oficio tras comprobar la veracidad de los hechos. El sindicato envió un comunicado para anunciar que esta medida iba a adoptarla con todos los casos de agresión a docentes.

Según Ustea, un 73% de los docentes han sufrido hostigamiento verbal y maltrato psicológico en las aulas.