La Fundación Albaicín, ubicada temporalmente en la Cuesta de Santa Inés, confía en ocupar antes del verano su sede definitiva situada en el Callejón del Gallo. Para ello será necesario que se terminen las obras del edificio que también albergará un centro cívico, tres puntos de venta de artesanía, una dotación de Policía Local y un bar. Según el gerente de la Fundación, Miguel Valle, al edificio sólo le quedan pequeños detalles por pulir para poder abrir sus puertas, por ejemplo que el ascensor baje hasta la entreplanta o que funcionen los sistemas informáticos.

Sin embargo, aunque el edificio no ha abierto todavía sus puertas, ya está inaugurado. Una placa conmemorativa a la entrada del edificio recuerda que en marzo de 2007 el alcalde dio por terminado el edificio pese a que la obra estaba a medio hacer y ni siquiera se había llevado a cabo la eliminación de barreras arquitectónicas.

"El edificio va a ser un motor de dinamización para el barrio muy importante", opinó el gerente de la Fundación Albaicín, Miguel Valle, quien reconoce que ya dispone de la llave del inmueble. La actuación en el edificio del Callejón del Gallo pretendió, inicialmente, convertir este espacio en zoco de artesanía. El cambio de uso obligó a los responsables municipales a hablar con la Unión Europea. Pese a este cambio es obligatorio incluir en el nuevo proyecto del centro cívico una muestra artesanal puesto que el coste de la obra se sufraga con una subvención que se otorgó con esta finalidad: crear un foco de artesanía.

La portavoz municipal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento, Lola Ruiz, cree que es inaceptable que el centro siga cerrado y que, después de su inauguración sólo se haya utilizado una vez en la celebración de la Junta Municipal de Distrito Albaicín, en abril de 2007. "El edificio sigue cerrado y sometido a más obras, lo que significa que el alcalde faltó a la verdad al inaugurar el centro y que engañó a los vecinos", reprochó Lola Ruiz al equipo de gobierno, quien está acometiendo, a través de la Gerencia de Urbanismo, las últimas obras en el edificio.

"El cambio de uso incrementó el gasto, lo que demuestra que el Ayuntamiento ha tenido poco control sobre el dinero y ha demostrado ausencia de austeridad", apuntó la portavoz de IU.

Aunque es habitual que tras inaugurar un edificio público sean necesarios unos días para terminar de perfilar los últimos detalles (el palacete del Marqués de Mondéjar ha sido inaugurado pero falta poner los aparatos de aire), no es lógico que después de un año las puertas del inmueble sigan cerradas. Una situación de la que ya se han quejado los vecinos.

Para el gerente de la Fundación Albaicín, Miguel Valle, la nueva ubicación en el Callejón del Gallo de la entidad a la que representa es "muy apropiada", aunque mostró sus reticencias al cambio por el número de mudanzas que tendrán que realizar en un año. La Fundación Albaicín se marchó del Aljibe del Rey (donde se ha instalado la Fundación Emasagra) hasta la Cuesta de Santa Inés, donde se encuentran actualmente, y antes del verano se tendrán que marchar de nuevo a la que, en principio, es su sede definitiva, el centro cívico del Callejón del Gallo.