Granada

Los embalses de Granada desalojan más de 35 metros cúbicos de agua por segundo

  • Seis de los once se encuentran al 85% de su capacidad, un porcentaje que por lo general lleva a la Agencia Andaluza del Agua a ordenar el desembalse · Los demás se abren para abastecer a ríos o a otras presas

No hace falta abundar en que los embalses granadinos gozan de una excelente salud, algo que parecía impensable hace dos años, cuando la amenaza de la sequía era continua. Las estadísticas demuestran semana tras semana que la situación es extraordinaria. A día 4 de enero, estaban al 73,41%, lo que quiere decir casi quince puntos mejor que hace un año, cuando alcanzaban el 58,56, y 24 puntos por encima de la media de la última década, que se situó en el 49,16%

Fundamentalmente por ese motivo, aunque no es el único, los once pantanos de la provincia están desembalsando agua. El líquido elemento está llegando a ríos que, además de ver aumentado su caudal, logran así abastecer de agua a cultivos de regadío.

Según fuentes de la Agencia Andaluza del Agua, la decisión de que un pantano empiece a desalojar agua se adopta cuando ya ha llegado a un porcentaje de entre el 80 y el 90% de su capacidad. No es una regla fija, pero en la mayoría de los casos es lo más aconsejable, porque así se evita el riesgo de que unas cuantas jornadas de lluvia intensa lo llenen aún más y se tenga que proceder a un desembalse forzoso.

Normalmente, explican las citadas fuentes, para decidir si se abren o no las compuertas se hacen una serie de cálculos al principio del año hidrológico, que como se sabe comienza en octubre. Se tienen en cuenta factores como el volumen embalsado en ese momento, las previsiones de precipitaciones inminentes y, más a largo plazo, también el aporte que el pantano recibirá cuando empiece la época del deshielo, allá por abril; circunstancia que no es nada desdeñable en los más cercanos a Sierra Nevada.

En función de todo ello y de algunas cosas más, como si es un pantano para el consumo humano, para el riego o para la regulación de la cuenca, se fija un volumen máximo para cada uno. Lo normal, es situarlo entre el 80 y el 85%, pero hay excepciones. Colomera, por ejemplo, está a tope y no desembalsa, sino que desaloja por encima, como si fuera un lavabo al que le han puesto el tapón. En el polo opuesto, San Clemente, que está al 37,26%, arroja algo de agua porque conviene dársela al río Castril.

Teniendo en cuenta las lluvias inminentes, por ejemplo, se optó por desembalsar de la presa de Rules en octubre. Por entonces estaba casi al 95% y era previsible que lloviera en abundancia.

Cubillas está lleno, al igual que Colomera, pero en este caso no se dejó que desbordara y hace algo más de una semana empezó a perder agua a razón de 4,76 metros cúbicos por segundo. Más aún desaloja el de Portillo, que está al 79,12% y deja escapar 6,22 metros cúbicos cada segundo, y el que se lleva la palma es el de Canales, al 76,10 y perdiendo agua a razón de 7,68 metros cúbicos cada segundo. Son los tres que más agua desalojan, pero si se suma la cuantía de los otros ocho pantanos (tal y como establece el gráfico) se concluye que los embalses granadinos están desalojando en torno a 35 metros cúbidos por segundo.

En el caso dela presa de Güéjar Sierra se vacía (relativamente) para nutrir de agua a otras que están más cerca del mar. Es una demostración más de que la red se va regulando según las necesidades.

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