No se sabe si ha sido por la salida procesional del Señor de las Roscas de Montefrío, pero marzo se está portando, en lo meteorológico, con generosidad. Las lluvias de las últimas jornadas ha permitido limpiar el aire -con permiso de la calima-, rebajar los niveles de polen, aliviar la precaria situación de los cultivos de la provincia y mejorar, aunque sea tímidamente, los datos de los embalses de Granada, que todavía están en registros alarmantes por la sequía. Así lo indican los datos del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), que gestiona prácticamente todos los pantanos de Granada a excepción de Rules y Béznar.

Los datos recogidos por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) indican que ha llovido de forma más copiosa en la zona occidental de la provincia de Granada. Así, en Loja durante la noche y hasta las once de la mañana del lunes 14 de marzo cayeron 28 litros por metro cuadrado. A este registro se suman otros 12,3 litros por metro cuadrado caídos en este punto el pasado viernes día 11. La zona norte es la que menos lluvias ha recibido hasta el momento de esta sucesión de frentes.

En cuanto a la capital, según los datos de la Estación de Lancha del Genil, se han recogido 32,6 litros hasta el pasado 13 de marzo, domingo. Sólo entre los días 11, 12 y 13 de este mes cayeron 15,5 litros por metro cuadrado, el doble que el registro para todo enero (8,6 litros por metro cuadrado).

La media para todo marzo es de 46,63 litros por metro cuadrado, por lo que es previsible que, si continúa la lluvia, como parece, se pueda igualar el promedio para el mes, calculado con datos desde 1960. Hasta ahora se han acumulado 161,80 litros por metro cuadrado en este punto de la red de estaciones de medición de pluviometría, muy lejos de la media calculada para el mismo periodo, que está en 289,94 litros por metro cuadrado.

El impacto de las precipitaciones ya se nota en los embalses. En los gestionados por la CHG (todos menos los de la cuenca mediterránea, que dependen de la Junta) están de media a un 30,14% de su capacidad. El dato es bajísimo, pero supone un cambio de tendencia. El pasado 1 de marzo los pantanos de la Confederación estaban a un 29,89% tras un febrero catastrófico en lo meteorológico.

Los embalses han mejorado ligeramente sus datos de agua almacenada. Así, el del Negratín está a un 28,89%; el del Cubillas, a un 54,66%; o el de Quéntar a un 49,40%. Otros siguen en registros mínimos, como Bermejales, a un cuarto de su capacidad, o el de Colomera, a un 14,86%.

Las precipitaciones sin embargo permiten afrontar con algo más de optimismo los próximos meses. Las lluvias en forma de nieve han mejorado la situación de cara al verano. Si en la última comisión de desembalse de la CHG se indicaba que en el macizo había apenas cinco hectómetros cúbicos de agua en forma de nieve (cuando lo habitual para febrero era tener entre 15 y 20 hectómetros cúbicos, según se indicó desde la Confederación) ahora la Sierra luce un manto que, cuando llegue el deshielo, permitirá mejorar la situación de embalses y aguas subterráneas. 

Desde el 2 de noviembre, cuando se declaró por parte de la Confederación la situación de sequía, apenas había llovido en la provincia de Granada. Agricultores están a la espera de que el Gobierno central culmine la redacción del Real Decreto Ley de sequía, que será el documento que marque el paso a las restricciones y determine posibles exenciones para los regantes. Por ahora, el agua para suministro humano está asegurada para los próximos tres años.