La UGT mostró ayer su desconfianza de que la Junta de Andalucía reabra en octubre el centro de menores Bermúdez de Castro, en Granada, después de que la institución haya anunciado su cierre provisional debido a la disminución de plazas ocupadas.

Los trabajadores de estos centros se concentraron ayer de nuevo a las puertas de la Delegación para la Igualdad y el Bienestar Social, donde pidieron públicamente una reunión con la responsable de esta área, Magdalena Sánchez, para que les informe personalmente de las decisiones, según dijo a los periodistas la presidenta del comité de empresa, Ascensión López.

El cierre del Bermúdez de Castro durante cuatro meses es una posibilidad que baraja la Junta para "rentabilizar" los recursos, debido a que disminuye el número de menores en verano.

Según López, esto supone una problemática más a las que ya viven a diario los distintos centros dependientes de este organismo público, al que ha acusado de no cubrir las bajas en centros similares para mayores, niños o centros de día.

Asimismo, cree que, pese a que Bienestar les asegura que el cierre temporal se debe a una disminución de usuarios, las fechas que se avecinan son las que "más acumulan" por el incremento en la llegada de pateras o afluencia de menores, que según sus datos se duplican en los meses estivales.

Los sindicatos consideran que cuando se produzca el incremento en la afluencia de menores no pueden "dejar en la calle" a éstos una vez que los jueces hayan dictado su ingreso en un centro, por lo que entienden que la solución es que permanezcan abiertos.

Durante la protesta han acusado a la Junta de privatizar los servicios de estos centros donde ya existen algunas empresas que prestan servicios en instalaciones públicas. El gobierno andaluz estudia la posibilidad de reubicar a los menores del Bermúdez de Castro en las dependencias del Ángel Ganivet hasta completar su aforo, de 25 plazas.