Granada

El enorme privilegio de 'embellecer' el arte

  • Desde su fundación en 1999, Tarma se ha convertido en una de las principales empresas de rehabilitación de la provincia

Apenas unos pocos privilegiados han tenido en su vida la oportunidad de pasear por el tejado de la Capilla Real, reformar con sus propias manos piezas históricas que fueron moldeadas en el siglo XVI o tocar, y embellecer, los leones que dan nombre a la más famosa fuente de la Alhambra. Los cuatro socios de la cooperativa Tarma Rehabilitación y Patrimonio pueden presumir de esto, y de muchas cosas más. Como de ser una de las empresas más importantes del sector en la provincia o de tener alrededor de una treintena de excelentes trabajadores a su cargo. Y, todo, empezando desde cero.

A punto de cumplir sus primeros diez años con Tarma, Beatriz Peinado, el alma de la cooperativa, recuerda cómo a una licenciada en Bellas Artes se le pasó por la cabeza convertirse en empresaria. "Era una idea que tenía desde hacía tiempo, aunque no la hubiera podido llevar a cabo sin la ayuda de la Escuela de Empresas de Albolote", explica Beatriz, que admite que el impulso decisivo para embarcarse en su aventura empresarial fue constatar que, a pesar de que la restauración era por entonces un sector con muchas posibilidades de negocio, en Granada apenas había empresas serias que pudieran aprovecharlas.

Además, la vía que eligieron Beatriz y sus socios ponía aún más difícil a la competencia hacerles sombra. "La salida normal de Bellas Artes es dedicarte a la restauración de bienes muebles o inmuebles, pero nosotros nos dedicamos a actividades más relacionadas con la arquitectura y los bienes de interés histórico-artístico", indica Beatriz.

Después de algunos cambios en el accionariado, la cooperativa quedó configurada finalmente con Beatriz, su hermano Javier, Santiago González y José Manuel López -el último en incorporarse- al frente. Sus decisiones, con el tiempo, se han revelado como las más acertadas. Porque, si bien al principio la empresa tuvo que contentarse con trabajar para particulares en obras muy pequeñas, día a día los trabajos de Tarma han ganado en envergadura. La restauración de la Capilla Real, la rehabilitación de la fuente del Patio de los Leones de la Alhambra, la renovación de la sede de la Facultad de Arquitectura o la mejora del Palacio de Santa Paula son algunos de los trabajos de los que Tarma puede vanagloriarse.

Además, la cooperativa hace tiempo que superó las fronteras de la provincia. "Trabajamos en Málaga desde 1999 y también en Jaén, Córdoba, Castellón, Valencia y Huesca. Hace relativamente poco, Tarma consiguió la calificación gubernamental para acceder a trabajos de mayor volumen. "Gracias a esta calificación podremos crecer aún más, tanto en volumen de trabajo como en personal", asegura José Manuel. "La idea es ampliar nuestro ámbito profesional y extendernos por el resto de la Península", añade Beatriz.

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