Granada

La época en la que la banca fue perdiendo el contacto

  • La exclusión financiera afecta a 39.000 granadinos

La última década ha sido muy intensa en el mundo de la banca. El ámbito financiero ha estado en el centro de la diana como uno de los culpables de la crisis y la relación entre los bancos y los clientes ha ido perdiendo cercanía progresivamente. La provincia no ha sido ajena a estos cambios y la desaparición de CajaGranada ha sido un claro ejemplo de unos tiempos de cambio.

En 2008, la provincia tenía su nombre integrado dentro de la histórica CajaGranada, que se resistía al plan de fusión de las cajas andaluzas para seguir reforzando su actividad en la zona. Dos años más tarde, sin embargo, se producía la 'fusión fría' de CajaGranada en el Banco Mare Nostrum liderado por Caja Murcia. Empezaba así un proceso lento en el que la centenaria caja granadina iba perdiendo poco a poco su gran apego al territorio hasta este 2018, que será recordado como el año en el que Bankia se 'coló' definitivamente en la vida de los granadinos y absorbió por completo a BMN. Un 'transalántico' que está empezando a demostrar su integración en el territorio a través de sus alianzas con CajaGranada Fundación, el último resquicio de lo que en su día fue La General de todos los granadinos.

Uno de los escollos que tendrá que superar Bankia será los problemas de exclusión financiera, y es que la pérdida progresiva de oficinas bancarias tanto en la ciudad como en los pueblos más pequeños ha sido otra de las consecuencias de la crisis. De hecho, Granada es la quinta provincia española con peores ratios de oficinas bancarias por habitante. Solamente Ceuta, Melilla, Jaén y Guadalajara tienen un menor número de oficinas en proporción a su población según el Anuario estadístico de la Banca en España. Ante situación, una de las medidas de Bankia ha sido la de poner en marcha un proyecto de 'banco sobre ruedas', un ofibús que echará a andar en 2019 dará cobertura a 39.000 vecinos marginados de la provincia que no disponen de una oficina a una distancia prudente.

Un apéndice aparte merece la Caja Rural, una entidad que como las demás, ha sabido esperar su momento y salir muy reforzada de la crisis. De hecho, la desaparición de BMN ha sido un escenario muy positivo para la cooperativa de crédito que ha crecido económicamente en diferentes áreas rurales de la provincia. Los números señalan que la cooperativa de crédito granadina cerró 2017 con un beneficio neto de 26,1 millones.

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