El gerente de Emasagra, Antonio Navarro, proclama que el acuífero de la Vega es una "suerte para Granada" ya que, gracias a ese caudal, la empresa no tiene previstas restricciones en el consumo de agua. De hecho, Navarro explicó que se está trabajando para evitar las fugas del agua que se producen en las tuberías de distribución. Hasta hace poco, sólo había un equipo de técnicos que trabajaba detectando posibles pérdidas. En la actualidad, tres grupos salen a la caza de las fugas ocultas de agua.

Esos equipos tienen que usar, explicó Navarro, una "tecnología muy sofisticada" para poder detectar una pérdida de agua en la red de canalizaciones subterráneas de la empresa. Los cálculos de Emasagra es que esos técnicos ahorren las pérdidas de entre el "5 al 6 por ciento" del agua que se inyecta en la red.

La empresa también trabaja en la sectorización de las redes de abastecimiento de los municipios del Área Metropolitana a los que Emasagra les sirve agua, algo que hasta ahora "no estaba funcionando" y que permitirá el control remoto y su mejor gestión desde el centro de telemando.

Además, la empresa sigue llevando a cabo campañas de concienciación a todos los niveles. Por un lado, explican José Miguel Ogando y Francisco Ávila, director de producción y jefe de captaciones, respectivamente, la Estación de Tratamiento de Agua Potable de Lancha de Cenes recibe prácticamente de forma diaria a grupos de estudiantes, desde preescolar a universitarios, para conocer el funcionamiento de la planta y el trabajo que hace que, al final, el agua salga del grifo.

Además, el gerente de la empresa explicó que las campañas informativas que Emasagra suele realizar llamando al consumo responsable del agua se van a intensificar.

"Aunque el acuífero tiene una reservas importantes los clientes deben pensar que se puede hacer un consumo desmesurado", aseguró Navarro. De hecho, desde Emasagra se congratulan siempre de que las campañas de ahorro calen entre los granadinos y consigan su objetivo.