Ciencia

Más de 1.200 especialistas en reumatología participan en el Congreso de la SER en Granada

Más de 1.200 especialistas en reumatología participan en el Congreso de la SER en Granada

Más de 1.200 especialistas en reumatología participan en el Congreso de la SER en Granada

Más de 1.200 especialistas participan en estos días en Granada en el XLVIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Reumatología (SER). Estas enfermedades suponen la primera causa de incapacidad laboral permanente en los países desarrollados, según se ha puesto de manifiesto en la primera de las jornada del cónclave.

La doctora Cristina Lajas, del Servicio de Reumatología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, ha detallado este viernes que esas enfermedades reumáticas suponen además la segunda causa de incapacidad laboral temporal (IT) por detrás de los catarros comunes.

Esta realidad refleja el alto impacto socioeconómico y laboral que ocasionan dichas patologías, teniendo en cuenta además que un porcentaje importante de pacientes con enfermedades reumáticas sufren tal limitación funcional que no pueden realizar sus actividades habituales. Por tanto, tampoco las laborales y esto último puede suponer el reconocimiento de la situación de incapacidad permanente (IP), ha indicado Lajas.

Las causas de incapacidad laboral temporal por enfermedades reumáticas más frecuentes son los problemas de espalda seguidos de la patología tendinosa pero el riesgo de que un episodio de IT se prolongue o se repita o termine en incapacidad permanente es mayor para las enfermedades inflamatorias autoinmunes.

Como ejemplo, entre el 35 y el 50 % de los pacientes con artritis reumatoide tienen que dejar de trabajar 5 años después de haber recibido el diagnóstico, ha precisado la especialista, quien recuerda que una situación de este tipo implica que la salud ha empeorado, lo cual conlleva mayor intensidad del dolor y más limitación funcional con todo lo que ello supone.

Esta pérdida de la aptitud para el trabajo altera la vida de las personas y sus familias y genera estrés psicológico y pérdida del rol social, además de un posible deterioro en las relaciones laborales con los compañeros y superiores.

También se da una consecuente reducción del poder adquisitivo, ya que las prestaciones económicas percibidas durante un período de incapacidad temporal no se corresponden con el 100 % del salario del paciente.

La valoración de las incapacidades laborales en estas enfermedades requieren de un peritaje que ponga de manifiesto las limitaciones anatómicas y funcionales objetivables que presenta el paciente, el carácter permanente de las mismas, y cómo reducen su capacidad laboral.

Para esta valoración, al menos dos médicos evaluadores pertenecientes al Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI), más conocido como "Tribunal Médico", entrevistan y examinan al trabajador, analizan los informes médicos y pruebas complementarias que aporta y emiten un dictamen-propuesta.

Luego pasa al EVI y este a su vez lo remite a la Dirección Provincial del Instituto Nacional de la Seguridad Social, que es el órgano de la administración al que le corresponde reconocer o denegar las prestaciones por incapacidad.

Según Lajas, el proceso administrativo resulta de esta forma "engorroso" y, en lo referente al peritaje que se hace para la determinación de las limitaciones anatómicas y físicas objetivables, en ocasiones no se ofrece una evaluación completa de la discapacidad asociada a las enfermedades reumáticas.

Estas patologías producen una serie de síntomas como dolor o estrés que también ocasionan gran pérdida funcional pero, dado que son difíciles de "medir u objetivar", no se tienen en cuenta a la hora de la valoración. "Si se invirtieran más recursos y se implantaran estrategias para prevenir la discapacidad a corto y largo plazo, además de mejorar la calidad de vida de los pacientes, que debe ser el objetivo principal, se estaría evitando gran parte del impacto social que generan", ha subrayado

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