turismo

El esquí nocturno, una experiencia única

  • Centenares de usuarios aprovechan esta opción que cuenta con menos aglomeraciones

  • La Sierra fue pionera en los 90 en ofrecer este servicio en España

La práctica del esquí nocturno en Sierra Nevada es un privilegio al alcance de la mano. Siempre y cuando el tiempo y las condiciones operativas lo permitan, la estación invernal pone a disposición de esquiadores y snowboarders el telecabina Al-Andalus para subir hasta Borreguiles. La iluminación de la pista del Río hasta Pradollano ofrece a los usuarios una longitud de 3,3 kilómetros y un desnivel de 600 metros para los amantes de esta disciplina de la que es pionera la Sierra en toda España.

Uno de los primeros en vivir esta experiencia fue Carlos Martín. "Somos de los pioneros, hace 15 años o más empezamos. Cada vez más gente se anima a probar el esquí nocturno porque es más barato y hay menos esquiadores que durante el día", apunta a Granada Hoy.

Una de las ventajas que ofrece esta particular forma de deslizarse por el Río es que se puede aprovechar de la ciudad durante el día y a partir de las seis de la tarde poner rumbo a la Sierra. "Así no se desaprovecha el día entero, además hay más intimidad", recuerda Martín.

En el lado contrario está Claudia García quien esta temporada se está iniciando en el esquí bajo las estrellas. "Este año es la primera subida que hemos hecho, de diario estamos continuamente". La nieve recién pisada es otro de los beneficios que destaca García, "al quedar perfecta tras el paso de las máquinas una vez concluye la jornada con luz natural".

La tendencia es al alza. Cada vez hay más esquiadores que optan por realizar esta disciplina por la noche. De hecho, con anterioridad sólo se podía llevar a cabo los sábados y ahora también los jueves.

Ismael Vega no ha querido perderse esta oportunidad. Desde Málaga ha llegado con su tabla de 'snow' para echar el día. "Había venido una vez antes y hacía muchos años que no subía y tenía ganas. Por la noche estamos más tranquilos. Ver Sierra Nevada de noche es una pasada. Además, no hay colas por lo que no hay que esperar tanto. La estación está de maravilla".

Mientras que los usuarios descienden por el Río, a escasos metros se divierten los más pequeños con sus trineos en una zona protegida. "Acabamos de llegar porque han subido unos familiares a esquiar de noche y hemos aprovechado para que los niños se tiren con el trineo también. Nunca lo habían hecho a esta hora y así matamos dos pájaros de un tiro", indica Laura Fernández. Uno de los pequeños, Francisco Rodríguez, celebra la decisión: "Es una pasada, es muy distinto. Se pilla una gran velocidad. Cuando no tenemos nada que hacer nos subimos".

Desde la capital granadina ha decidido ascender hasta el 'techo' andaluz Olga Guerrero que desconoce lo que es deslizarse por la nieve tras la puesta de sol. En la fila esperando al telecabina se muestra impaciente por saber qué se siente. "Cuando esquíe ya te lo diré, por la noche impresiona bastante más aún siendo novatos", advierte.

Metros más atrás esperan Cristian Pausa y Daniel Jinaya que han llegado de Madrid e Ibiza, respectivamente. "Íbamos a ir a Andorra y hemos cambiado los planes. Hemos pasado cinco días en Granada", apunta Cristian quien considera que las pistas "están bastante bien" y la oportunidad de subir de noche es "una maravilla". Es la primera vez en Sierra Nevada para ellos dos: "La estación es la caña, me he quedado impresionado", comenta Daniel que confía en salir indemne del inminente reto.

Para combatir las bajas temperaturas, los centenares de usuarios cuentan con un aliado nada más bajarse del telecabina. Un vasito de caldo de pollo. Una bebida básica para coger fuerza y llegar hasta Pradollano. La mayoría de ellos la consume. Y de ahí, hacia abajo.

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