Granada

Los estudiantes advierten a Wert: lo peor está por llegar

  • Los tres días de huelga eductiva concluyen con éxito en una manifestación multitudinaria en la que alumnos, padres y profesores denunciaron los efectos de los recortes y el cambio del sistema ideado por el Gobierno.

Un éxito total. Así resultó ayer la tercera jornada de huelga en la educación que se cerró con las aulas vacías y los estudiantes en una gran manifestación en la que miles de alumnos de Secundaria, FP, ciclos formativos, universitarios, padres, profesores y personal de administración y servicios salieron a las calles para gritar contra los recortes en la Educación y contra la reforma que plantea el Gobierno.

Y lo tienen claro. Este movimiento es ya imparable y va a seguir incrementándose hasta que no haya soluciones. Ya lo advirtieron al final de la manifestación en el triunfo: "Lo peor está por llegar, que se preparen para lo que les espera" si no hay cambios.

Según la coordinadora de estudiantes más de 6.000 personas -unas 4.000 para la policía- colapsaron ayer las calles del centro en defensa de la educación pública de calidad. Una auténtica marea estudiantil que dejó claro que la lucha por su futuro va a ser su principal meta.

"Los motivos están claros. Con la reforma del Gobierno se impide estudiar a muchos jóvenes, tenemos menos ayudas, pagamos más tasas y encima el ministro Wert se ríe de nosotros y califica de radicales a los padres que nos defienden", explicó Javier Hidalgo, de la Coordinadora Sindical de Estudiantes de la Universidad de Granada. Según sus datos, en las facultades el seguimiento fue superior al 70%. Según Educación, en Secundaria el seguimiento fue del 80%.

"El problema se ha enquistado y en esto se juega el futuro del país. Ya es o ellos o nosotros porque lo que van a hacer es que los hijos de los trabajadores sólo puedan estudiar una FP y los de los ricos sí puedan entrar en la Universidad, por lo que nos están quitando derechos", puntualizó Hidalgo.

Aunque en la marcha la inmensa mayoría eran estudiantes, también había padres. De hecho, por primera vez la Confederación Estatal de Asociaciones de Padres (CEAPA) hacía un llamamiento para que los padres no llevaran a sus hijos al colegio en apoyo de la huelga.

Los padres de los universitarios también están concienciados, como Conchi Montoro, madre de dos hijos universitarios que acudió a la manifestación "en total apoyo" a sus hijos porque ve el futuro "fatal, muy negro" y quiere ayudar "en lo que pueda". Junto a ella su sobrina, también universitaria, que asegura que el futuro de los jóvenes "está muy negro y según lo están poniendo, peor". "Estas medidas no ayudan y cada vez menos gente va a poder estudiar", puntualiza Paloma Montoro, estudiante de Psicología.

Los profesores, aunque se echaron en falta más, también apoyan las protestas. No en vano son víctimas también de muchas de las nuevas medidas tanto del Gobierno central como de la Junta de Andalucía. Uno de los profesores presentes fue Antonio Oña, de la Facultad de Ciencias del Deporte, quien confirmó el "alto seguimiento" de la huelga en la Universidad de Granada, donde facultades como Filosofía y Letras, Educación, Políticas y Ciencias del Deporte cerraron por completo. "Esto, como dicen los estudiantes, es ya imparable y cada vez va a más. Y va a seguir incrementándose hasta que no haya respuesta, en nuestro caso del Gobierno, de la Junta de Andalucía y del Rectorado", dijo Oña.

Aunque hubo docentes que programaron exámenes y trabajos ayer para boicotear la convocatoria.

El personal de la Universidad también dio su apoyo. "Paramos todos los días media hora contra lo que nos están haciendo. Nos están quitando hasta las ganas de trabajar", dijo Antonio Urquiza, encargado de equipo en Caminos.

La manifestación, que se desarrolló sin problemas, partió de los comedores universitarios y llegó hasta Gran Vía atravesando las calles Rector López Argüeta, San Jerónimo y Cárcel Baja. Ya en Gran Vía hubo una sonora pitada ante la Subdelegación del Gobierno, flanqueada por policías. "Menos policías, más educación", fue el lema elegido para el encuentro. También pitaron ante la Delegación de Educación, donde se sumó el apoyo del movimiento Marea Verde en defensa de la enseñanza pública.

Durante todo el recorrido, un grupo de estudiantes disfrazados y cargando material escolar realizaban performance que animaron a toda la comitiva, muy animada durante las más de dos horas que tardaron en completar el itinerario.

Los jardines del Triunfo fueron la última parada. Con dos de los pasillos llenos de manifestantes, se procedió a la lectura del manifiesto final en el que volvieron a lanzar un mensaje claro a los políticos: "Que se preparen para lo que se les viene encima". Porque no están dispuestos a parar hasta que se consigan cambios por parte del Gobierno a unas reformas que afectan negativamente a todo el sistema educativo y que, según denuncian, condicionarán el futuro de los jóvenes españoles.

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