Los estudiantes universitarios y los de enseñanzas medias secundaron ayer una jornada de huelga para continuar su "lucha" contra la Lomce y el sistema de '3+2' universitario (grado de tres años y dos de máster). Retomaron así sus protestas, que el año pasado fueron especialmente intensas para mostrar su disconformidad y rechazo a la nueva ley educativa y a los cambios en el sistema universitario o el acceso al sistema educativo, entre otros. La última jornada de huelga en Granada fue el pasado 22 de octubre.

Los estudiantes vuelven a alzar la voz y a mostrar públicamente su indignación con el sistema. Y lo hacen aprovechando este momento de crisis política, de inestabilidad y de dudas sobre el futuro gobierno, con un escenario difícil y muy abierto. Con esa situación, quieren recordar cuál es su postura.

Según Andrés Zabala, de la Coordinadora Sindical Estudiantil, convocante de la huelga, la protesta vuelve a poner el acento en contra de la reforma educativa y la expulsión de alumnos de la Universidad, que ha perdido más de 70.000 estudiantes con los recortes y cambios normativos.

"Queremos aprovechar el escenario político actual para reivindicar que sea el partido que sea el que gobierne tenga claras nuestras líneas rojas". Y esas son la retirada de la Lomce y del sistema de 3+2. A nivel local, también piden que el B1 sea gratuito.

Según Zabala, no entran a valorar las propuestas educativas de los diferentes partidos sino que plantean su postura actual para que la escuchen quienes vayan a formar el futuro gobierno. Porque los estudiantes tienen claro que seguirán protestando si no hay cambios en el sistema.

La Coordinadora Sindical Estudiantil recordó que el pasado 20 de diciembre "se produjeron las elecciones generales, dando paso a un escenario muy abierto con muchas posibilidades de pactos de gobierno, pero mientras el proceso de negociaciones entre los diferentes partidos avanza", los estudiantes siguen "sufriendo unas condiciones pésimas" en su día a día.

"La expulsión de estudiantes de la universidad por causas económicas, la progresiva privatización de la educación y la precariedad juvenil" son algunos de los problemas generales a los que se enfrenta este colectivo, a juicio de la Coordinadora Sindical.

También critican el sistema de prácticas no remuneradas en FP. La protesta de ayer fue secundada por más de un millar de personas, que se manifestaron con una marcha reivindicativa desde los comedores universitarios hasta la sede del Rectorado pasando por las principales calles del centro de la ciudad. Según los datos de la Policía Nacional la manifestación estuvo secundada por más de 700 estudiantes de enseñanzas medias y universitarias.

Estudiantes, sindicatos, profesores... representantes de todos los sectores educativos estuvieron presentes en la manifestación, que puso la imagen a una jornada de huelga que fue seguida de forma desigual en los diferentes campus universitarios, con mayor aceptación en facultades como Políticas o Sociología. La jornada se desarrolló sin incidentes y, según fuentes de la Universidad, tuvo también importante repercusión en Ciencias de la Educación, a falta de conocer los datos de la jornada de la tarde.

Con lemas como "La lucha continúa", los estudiantes volvieron a tomar las calles para defender el sistema educativo público. Contaron con el apoyo de IZAR, Ustea, CGT, Juventudes Comunistas, el Sindicato de Estudiantes y Escuela Pública para Todos. También se gritó contra la intención de "privatizar la enseñanza".

La Coordinadora Sindical Estudiantil recordó que el pasado 20 de diciembre "se produjeron las elecciones generales, dando paso a un escenario muy abierto con muchas posibilidades de pactos de gobierno, pero mientras el proceso de negociaciones entre los diferentes partidos avanza", los estudiantes siguen "sufriendo unas condiciones pésimas" en su día a día.

"La expulsión de estudiantes de la universidad por causas económicas, la progresiva privatización de la educación y la precariedad juvenil" son algunos de los problemas generales a los que se enfrenta este colectivo a juicio de la Coordinadora Sindical.

Desde el Frente de Estudiantes repartieron por todo el recorrido pasquines en los que argumentaban las razones para secundar la huelga "contra la educación del empresariado". "Mientras otros decían que ya no hacía falta la lucha, que con el supuesto cambio de gobierno caían las reformas educativas y los hijos de la clase trabajadora podrían volver a ascender [...] nos topamos con la realidad y es que el Estado, siendo del color que sea siempre al servicio de la empresa, le sigue abriendo paso y allanando el camino para encontrar un nuevo mercado de donde extraer ganancia".

El propio ministro de Educación en funciones se refirió ayer a la jornada de huelga indicando que el Ministerio mantiene una actitud "dialogante" y ha demostrado "flexibilidad" en la aplicación de la Lomce y con la Universidad. "Hay temas en los que hay discrepancias pero se pueden resolver y estamos en la buena vía para resolver los que tenemos pendiente", apostilló ayer. El titular de Educación admitió que aunque en los últimos días se defienda la derogación de la ley educativa en el debate parlamentario, el "papel" que presentaron el PSOE y Ciudadanos "hablaba de aquellas cosas que no hubieran entrado en vigor", algo, que, según defendió, ya ha hecho él con las evaluaciones de ESO y Bachillerato a petición de las comunidades autónomas, cuyo decreto no se ha aprobado aún. "Yo creo que no hay nada bueno en derogar de golpe, sino ver qué hay de bueno y de aprovechable y creo que la Lomce ha conseguido un efecto muy beneficioso, como la reducción del abandono escolar", dijo Méndez de Vigo. "No hay diferencias insalvables", concluyó.