No habrá fuegos de artificio en la inauguración del Metro. De hecho, la previsión de la Consejería de Fomento es anunciar su puesta en funcionamiento comercial con dos días de antelación y que la nueva infraestructura eche a andar de forma 'discreta'. Para cumplir el tercer compromiso del consejero de Fomento, Felipe López, la Junta tiene como fecha límite el próximo 31 de julio para que los granadinos puedan por fin subirse a los vagones. Hoy se conocerán los nuevos datos sobre las incidencias registradas en la última semana, un informe que debe ser el definitivo para dar una fecha concreta para la inauguración después de los anuncios fallidos del 31 de marzo y de mediados de mayo, que tuvieron que posponerse por las invasiones en las vías del Metro y porque los tranvías no conseguían aproximarse a la velocidad comercial estipulada, unos 23 kilómetros por hora de media.

El Metro ha recorrido en pruebas, hasta la semana pasada, más de 40.000 kilómetros, lo que ha supuesto una inversión a la Junta de Andalucía de cerca de 400.000 euros, ya que cada kilómetro que recorre el tranvía tiene un coste de aproximadamente diez euros. El Metro circula en pruebas con once de sus unidades circulando de modo simultáneo, si bien cubren el recorrido los 15 vehículos disponibles. La Junta somete al "máximo estrés" el circuito de pruebas, lo que está favoreciendo tanto las comprobaciones propias de este periodo de ensayos como una mayor concienciación de la ciudadanía en relación la correcta convivencia entre el metro , el tráfico rodado y el tránsito peatonal. La Consejería de Fomento y Vivienda mantiene demás las acciones divulgativas y pedagógicas para la conciliación de los diferentes modos de desplazamientos, con la labor de los metroguías a pie de calle.

Según el último comunicado, se mantienen los niveles de incidencias registrados en semanas anteriores con cuarenta, 27 provocadas por la ocupación indebida de la plataforma del metro en superficie por parte de vehículos, peatones y animales, y otras 12 en las que se usaron los frenos de emergencia del tren en cruces para evitar colisiones. Eso sí, la sensación es que es difícil salir a pasear por Granada y no toparse con un tranvía en el camino.