Granada

Más de 26.400 exámenes 'bajo llave'

  • La Universidad utiliza un sistema pionero en Andalucía que mantiene en alerta durante un mes a un equipo de casi 200 personas para que la pruebas de acceso se celebren con normalidad en la provincia

Garantizar la seguridad de las pruebas de acceso a la universidad (que hoy concluyen) es una difícil tarea que afronta todos los años la Universidad de Granada (UGR), y más concretamente la Coordinación de Acceso cuyo máximo responsable es Ramón Román, que se ha ido perfeccionando con los años y que sirve de ejemplo para otras universidades.

Los exámenes se diseñan e imprimen anualmente en una universidad andaluza diferente, un privilegio sometido a rotación que este año ha recaído en la Universidad de Almería.

El coordinador de Acceso de la UGR se trasladó el pasado lunes hasta Almería en un coche de la institución para recoger los más de 40.000 ejercicios que iba a necesitar Granada para la Selectividad. "Aunque sólo precisamos unos 26.000, debemos tener ejemplares en exceso ante cualquier eventualidad y no perder el tiempo con traslados", explica Román. Durante la semana previa, los codiciados exámenes permanecen bajo llave en una caja fuerte de seguridad en el Hospital Real, sede de la UGR.

En la mañana del lunes, un día antes de que comenzasen las pruebas, se sacaron los ejercicios del Rectorado y se repartieron a los 23 responsables de sede. "A partir de este momento -advierte el coordinador- la seguridad de los exámenes pasa a manos de ellos. No hay ninguna normativa al respecto, pero lo normal es que habiliten el espacio más seguro de su sede, con un armario bajo llave o una caja fuerte, para su guardia y custodia".

Durante los tres días que duran las pruebas permanecen en este lugar tanto los enunciados como los ejercicios que van realizando los alumnos. "El jueves por la tarde [hoy], el responsable de sede entrega los exámenes al Tribunal de las Pruebas de Acceso de la Universidad", continúa el profesor. Una hora después, los ponentes de las asignaturas (dos para cada una), que son los que coordinan el proceso de evaluación, trasladan los exámenes a las correspondientes sedes de corrección escogidas por ellos mismos; muchas de las cuales están agrupadas (en Ciencias se corregirá este año Matemáticas, Estadística, Biología, Física y Química).

Los profesores tienen cinco días legales para evaluar las pruebas (desde hoy hasta el próximo martes) y tendrán que desplazarse diariamente a las sedes para evitar sacar los ejercicios a la calle.

Un total de 155 correctores se enfrentarán en Granada a más de 26.400 exámenes, con una media de 170 ejercicios cada uno. Un trabajo a contrarreloj con una gran presión mediática por el que cobran una cantidad fija (entre 325 y 400 euros) y otra variable en función de las correcciones que realice.

En Granada es prácticamente imposible que se rompa la barrera del anonimato de los exámenes. "La actual vicerrectora de Investigación, María Dolores Suárez, fue la pionera hace 15 años junto al profesor Eduardo Barea del actual procedimiento que garantiza el anonimato de los alumnos", apunta Román.

A cada aspirante se le reparte el primer día una veintena de pegatinas con códigos de barras para que, cada vez que haga un examen, adjunte dos de ellas: una en la cabecera del papel, que se separará del resto, y otra en el ejercicio. Los ponentes se quedan con las cabeceras y mezclan las pruebas antes de repartirlas a los correctores para que ni siquiera intuyan de qué centro es el alumno.

El martes por la mañana, según un orden establecido, acudirá cada vocal al Cevug (Centro de Enseñanzas Virtuales) para introducir las notas en una veintena de ordenadores. Los informáticos empezaron ayer a preparar los equipos con los datos de cada profesor para que "sólo ellos puedan introducir las notas -advierte Román- sin nombres ni apellidos".

La correspondencia entre los códigos de barras y la identidad del alumno la guardará en una lista el responsable de cada sede. Cuando ya estén todas las notas metidas y cuadradas (el martes por la tarde) la Comisión Coordinadora de la UGR hará el cruce definitivo de datos y calificaciones con un lector óptico. Así, a partir del miércoles a primera hora, los alumnos podrán consultar por internet sus notas.

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