Granada

Los falsos dentistas se enfrentan a penas "mínimas" por intrusismo

  • Un estudio de la UGR alerta sobre este tipo de actividad delictiva que afecta tanto a los clientes como a los profesionales

Acudir al dentista es, para la mayoría de las personas, un auténtico calvario. Por fortuna y gracias a la profesionalidad de los odontólogos esta experiencia suele pasar sin grandes sobresaltos. El problema es que, a pesar de la profesionalidad que debe tener el odontólogo en cuestión un estudio de la Universidad de Granada ha destapado la existencia de intrusismo profesional en el ámbito de la Odontología y advierte de que las penas impuestas a quienes cometen este delito son insuficientes.

La investigación ha sido realizada por Diego Rodríguez Menacho, titulado en Odontología y Derecho, disciplinas que ejerce como dentista, abogado y perito judicial, según informó ayer la institución académica. El estudio analiza la jurisprudencia sobre el delito de intrusismo en Odontología entre 1980 y 2015. Incluido en el Código Penal, actualmente la legislación fija una multa de 12 a 24 meses para quienes ejerzan "actos propios de una profesión sin poseer el correspondiente título". Esta sanción es exigua, en opinión del investigador, que tras estudiar cerca de 200 resoluciones judiciales considera que "el delito tiene una especial repercusión porque afecta a la población en general, es decir, los pacientes".

Pone como ejemplo el hecho de que el delito de intrusismo estaba acompañado, en más del 20% de las sentencias, por otro de lesiones. Pero el investigador advierte de que esta actividad delictiva también afecta a los profesionales reales, "que ven cómo sus pacientes son atendidos por individuos ajenos a la profesión".

Los Colegios de Dentistas nacieron con la finalidad de defender la profesión y son Corporaciones de Derecho Público que, entre otras funciones, combaten el intrusismo. El análisis del investigador refleja la alta participación de estas corporaciones para solucionar el problema, iniciando las actuaciones judiciales en solitario o acompañando a los pacientes que sean víctimas de esta práctica de intrusismo.

Los Colegios de Dentistas han colaborado incluso económicamente mediante la contratación de detectives para la persecución del delito, según el investigador, para quien una de las posibles soluciones pasa por que los pacientes sepan que esta mala práctica existe y se da con frecuencia, y se conciencien de la necesidad de dejarse tratar solo por personal cualificado, con título y colegiado.

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