El fatídico día 26 llegó y les dejó sin casa. De nada sirvió que Esperanza Iglesias, dueña de Grúas Taboada, se encadenase a las puertas del Ayuntamiento de Santa Fe. La prórroga que les había concedido el banco expiraba ayer y la ejecución del embargo se hizo realidad. Así pues, la deuda de 258.000 euros que exigen al Consistorio "les ha llevado a perder su hogar".

"Estamos esperando que alguien dé la cara". Esperanza permaneció encadenada desde las 20.00 horas del pasado martes hasta las 14.00 horas de la jornada de ayer, a las puertas e interior del Ayuntamiento de Santa Fe. El encierro finalizó cuando la Policía Local desalojó a Esperanza de forma pacífica. El propio alcalde de la localidad, Sergio Bueno, les aseguró que "negociarían con la entidad bancaria para que el proceso no se materializase". Pero el embargo se ejecutó por la mañana y la casa pertenece ahora al banco. No obstante, les han concedido un plazo de 20 días para poder recuperarla. El problema es que además de la hipoteca habrán de pagar los intereses y recargos que ha provocado el procedimiento. En concreto, junto al importe de la hipoteca, Esperanza y su marido habrán de abonar 82.000 euros más por no haber evitado la subasta del inmueble.

En este sentido, la propietaria de Grúas Taboada exige el pago inmediato de una deuda que arrastran desde hace tres años por los servicios municipales de depósito de vehículos, y que "ya ha sido certificada por la Intervención del Ayuntamiento". José María Aponte, concejal delegado de Hacienda, conversó con el matrimonio tras el encierro y se ofreció a interceder por ellos frente la entidad bancaria si les concedían los poderes a tal efecto, a lo que Esperanza respondió que "no voy a dejar en manos de un moroso el futuro de una vivienda que he perdido por su culpa".

Por su parte, el equipo de Gobierno local aseguró ayer al mediodía que "irá pagando la deuda que mantiene con los propietarios de Grúas Taboada una vez sea aprobada y reconocida por el pleno municipal". Horas antes de finalizar el encierro, Aponte explicó que había retomado las gestiones con el gabinete jurídico del BBVA " y éste me afirmó que la subasta iba a quedar sin efecto". El concejal comentó además que "desde la entidad bancaria han negado que el proceso de subasta haya supuesto incremento alguno en la deuda de Grúas Taboada con su banco".

En cuanto al débito municipal, Aponte ha compartido la preocupación de la familia y ha afirmado que "el Ayuntamiento se encuentra ante una situación compleja para su pago, al no tener plan de ajuste machacados por el voto en contra de la oposición". Asimismo explicó que "una vez se reconozca y contraiga la deuda total con la empresa mediante sesión plenaria -que en estos momentos cuenta con el informe favorable del concejal y del interventor- el Consistorio hará frente a su abono, para lo que "hemos hecho un sobre esfuerzo económico en estos días adelantando 18.000 euros y reuniéndonos con los interesados hasta en tres ocasiones".

Sin embargo, el concejal de Hacienda subrayó que "llevamos solo un retraso de 6 meses ya que no hemos tenido constancia de ninguna factura previa, ni de los costes generados por los vehículos que dicen estar depositados en su empresa."