Los profesores están acostumbrado a someter a examen a sus alumnos y calificar su formación y aptitudes. Pero, ¿quién evalúa a los profesores? ¿Pasarían la prueba de las familias y de los propios alumnos? El resultado lo tiene el barómetro sobre educación y familia que a nivel nacional elabora Concapa, la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y padres de Alumnos. En su última edición evalúa la formación del profesorado, cómo imparten sus enseñanzas y el grado de satisfacción de las familias con los docentes cuando van al centro educativo a informarse sobre los estudios de sus hijos. Cuestiones que afectan tanto a Infantil y Primaria como a Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato, FP y Universidad.

Y en general, salvo alguno matices, los docentes salen bien parados. El 57% de los alumnos y familias entrevistados consideran que el profesorado de Infantil y Primaria está "muy bien o bastante bien" formado, pero baja a "aceptable" en el 33% de los casos y a "regular o mal" en el resto.

Los docentes de Infantil y Primaria son los que mejor consideración tienen en las familias respecto a su formación. En otros niveles, baja la nota. Así, el 36% de los entrevistados considera que la formación de los profesores de ESO y Bachillerato muy buena o bastante buena mientras que el 48% baja la calificación a "aceptable". En FP, el 47% da un muy bien a la formación del docente y en Universidad, sólo el 33%. El 46% baja el nivel a aceptable. Así, uno de cada cinco considera que los profesores universitarios están regular o mal formados.

Otro aspecto analizado es cómo se considera que el profesor imparte sus enseñanzas. En una escala del 1 al 10, la mayor puntuación la tienen los profesores de Infantil y Primaria, con un 7,5 de nota. Le siguen los de FP (7), Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato (6,8) y los de Universidad (6,4). Los docentes universitario son en este capítulo también los peor considerados y hasta un 18% de los encuestados les dan valores menores de 5 puntos.

Con esta valoración sobre la formación de los docentes y la forma en la que imparten clase, las familias están "satisfechas" con los docentes cuando acuden a los centros a hablar sobre la educación de sus hijos. Del 0 al 10, el grado de satisfacción de los padres con los profesores es de 7,8 en el caso de Infantil (vuelven a ser los mejor valorados de todos los niveles), de 7,7 en Primaria, de 6,9 en Secundaria, de 7 en Bachillerato y de 6,9 en FP.

Pero no sólo se ha evaluado en este informe a los profesores. También se hace crítica y se analiza la participación de las familias en los centros educativos, un tema que solicitan tanto padres como docentes para involucrarse más en el proceso educativo de sus hijos y trazar una línea común de actuación entre ambos.

Y según la encuesta, las familias sólo van al centro educativo una media de 4,5 veces durante el curso escolar para interesarse por el aprovechamiento escolar de sus hijos. Con esta actitud, el 71% cree que se ayudaría al éxito escolar de los estudiantes.

Pero para participar los padres tienen que tener tiempo. Así, el 69% cree que sería conveniente que las administraciones facilitaran a las empresas, mediante alguna reducción en los impuestos o en las cuotas de la Seguridad Social, que sus trabajadores dispusieran de dos horas al trimestre para acudir al centro de sus hijos e informarse de su situación escolar.

Después, más de ocho de cada diez entrevistados considera que el centro educativo tiene que informar a las familias al final de curso sobre los resultados académicos de cada clase. Por su parte, el 90% afirma que los centros educativos deben ser transparentes para que las familias puedan conocer el trabajo del profesorado.

El 60% de los encuestados está totalmente de acuerdo en que los centros educativos informen a las familias al final de curso sobre cómo han administrado y a qué han destinado los fondos púbicos que reciben de las administraciones. Respecto a la formación, el la mayoría (dos de cada tres personas encuestadas) quiere que los centros informen de los resultados académicos de cada clase, su valoración y el plan de mejora para el curso siguiente.

Un dato curioso es que el 90% cree que los centros educativos deben ser más transparentes para que las familias puedan conocer al profesorado en el desarrollo de su trabajo. Además, el 66% apoya a que los alumnos, según la edad, también puedan opinar sobre el trabajo de sus profesores.

El estudio ha analizado también los valores que deben fomentarse en los centros educativos. Inculcar la responsabilidad, la solidaridad, la honradez, el trabajo, el respeto y la imaginación son los aspectos fundamentales valorados por los propios padres, que creen que la familia también influye en el rendimiento escolar de los hijos. En cuanto a la forma de conseguirlo, el principal aspecto es interesarse y dialogar cada día con el hijo sobre la jornada escolar. También es importante hablar trimestralmente con el tutor o profesor, establecer un horario para el estudio y otro para el ocio, participar en el colegio, ayudar en los deberes y castigando o premiando en función de los resultados obtenidos por el niño.

Con este estudio, Concapa realiza una radiografía completa del pensamiento que tienen las familias españolas sobre los profesores y los centros a los que acuden cada jornada sus hijos para formarse.