Hace unos meses que anunciar un nuevo desplome de la venta de viviendas dejó de ser una novedad. Los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística indican que en 2008, en el primer año de esta desaceleración económica que terminó convirtiéndose en crisis, la compraventa de vivienda ha caído alrededor de un 21,4% al pasar de las 16.311 inmuebles que se vendieron en 2007 a los poco más de 12.800 de todo 2008.

Ahora bien, estos datos -sin duda catastróficos para el sector de la construcción y la promoción inmobiliaria, poco acostumbrado hasta hace un año a lidiar con los números rojos- tienen una lectura positiva. En el primer año de la crisis, casi 13.000 familias granadinas lograron acceder a una vivienda. Y, aunque es cierto que esta cifra implica que en 2008 casi 3.500 familias menos han logrado comprar un inmuebles, la aparente poca disposición de bancos, cajas y cooperativas de créditos para conceder préstamos hace aún más significativo el hecho de que 12.819 granadinos hayan encontrado una vivienda en plena recesión.

La caída de las ventas ha sido especialmente significativa en el caso de la vivienda de segunda mano. Mientras que las familias granadinas han comprado 7.216 viviendas de obra nueva, apenas un 6,7% menos que en 2007, la compra de vivienda usada se ha desplomado un 34,7% al pasar de los 8.579 inmuebles de segunda mano que se vendieron en 2007 a los 5.603 del año pasado. Y eso que la oferta de vivienda de segunda mano se ha disparado y que es muy difícil encontrar edificios en los que no haya ni un cartel de 'se vende'.

En cuanto al régimen de las viviendas adquiridas por los granadinos en 2008, el mayor porcentaje de los inmuebles -en concreto, el 93,2%- se han comprado en el mercado libre. La vivienda protegida, por el contrario, apenas representa el 6,7% del total. Sin embargo, ha sido la vivienda libre la que más afectada se ha visto en 2008 por la caída general de las ventas. De hecho, las 11.953 viviendas libres que los granadinos han comprado a lo largo de 2008 arrojan un descenso del 26% respecto al año anterior, mientras que la caída de las ventas de VPO, también significativa, no llega a un 21%.

Pese al descenso generalizado de la compraventa de viviendas, 2008 se ha cerrado con una caída más moderada de la que permitían prever los últimos datos del INE, que indicaban que en el último trimestre del año las ventas se desplomaron un 32,9%.

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