Granada

Tras diez años de formación, ni los MIR se libran de la 'movilidad exterior'

  • 40 médicos residentes reciben un pequeño homenaje de despedida tras cuatro años de prácticas La mayoría ven su futuro fuera

Cuatro años de residencia para un MIR dan para mucho. Para ver historias tristes, pero también alegres; entrar en contacto con el paciente, escucharle pero, sobre todo, aprender de él y de los tutores que les acompañan cada día. Y la tarde de ayer fue perfecta para recordar todo esto. Cuarenta médicos internos residentes de Medicina de Familia y Comunitaria de Granada se reunieron en el Hospital de San Juan de Dios para cerrar esta etapa. Un ciclo de cuatro años de aprendizaje que ahora les abre las puertas a un futuro laboral algo incierto (dadas las circunstancias) pero que acogen con entusiasmo.

Sergio Méndez fue uno de los residentes que ayer se acercó hasta San Juan de Dios para recibir un pequeño homenaje que pone el punto y final a estos cuatro años de prácticas y formación. Una experiencia que considera "muy necesaria y positiva porque permite, una vez que terminas la carrera, poner en práctica todo lo que has aprendido al lado de tutores médicos de familia y hospitalarios".

El último año lo ha pasado en el centro de Salud, donde "ha habido momentos buenos y malos, "que también son necesarios para adquirir experiencia". Tal y como está la situación, la siguiente pregunta es ¿y ahora qué? Méndez explicó que aún es pronto pues "todavía no hemos tenido contacto con la realidad y seguramente si este mes no sale nada, muchos nos iremos fuera".

Otra de las asistentes, Magli Hun Vázquez, se mostró realmente emocionada y contenta "sabiendo que ahora tenemos que dejar paso a nuevas generaciones de médicos que vendrán igualmente llenos de esperanzas para hacer este trabajo en los hospitales y centros de salud de Granada donde nosotros hemos conocido a muchas personas, vivido multitud de experiencias y hecho grandes amigos".

Sobre su futuro, Hun Vázquez lo tiene claro: "Me iré a Alemania porque tengo a mi marido allí". Según relató, allí es complicado trabajar porque es obligatorio disponer, como mínimo, de un nivel de alemán B-2. Los médicos de España están muy bien preparados y ellos demandan este tipo de formación".

Del mismo modo, Concha Berná, también ve sus posibilidades en el extranjero: "En estos cuatro años hemos aprendido mucho y hemos pasado por todas las especialidades, es una suerte, pero de cara al futuro, la mayoría de nosotros volaremos de España porque las ofertas que encontramos son escasas y de mala calidad". Aun así se mostró optimista, pues "nuestra especialidad es una de las que tienen más salidas". Si no, "me iré a Ecuador, Brasil...". Quien sí tiene intención de quedarse en Granada es Rocío Rodríguez pues tengo "a toda mi familia aquí, por lo que intentaré trabajar donde se pueda".

En el acto de despedida también estuvieron presentes la directora gerente de los distritos Granada y Metropolitano, Áurea Bordón, el médico y escritor José Luis Gastón Morata y Ana María de los Ríos, actual jefa de estudios de la unidad docente de Medicina de Familia de Granada. Todos ellos, desearon a los médicos suerte en su futuro. En especial, José Luis Gastón les felicitó por haberse formado en "una de las mejores unidades docentes de España", por ello les animó a no desanimarse a pesar de los problemas estructurales porque además, ahora tienen una ventaja, y es que "en Granada el 70% de los médicos granadinos en ocho o diez años estaremos jubilados por lo que podréis reemplazarnos ya que sois grandes profesionales". Su libro, La Muladí, fue uno de los regalos que se entregó a estos estudiantes "para que les sirva de recuerdo de dónde se han formado".

Áurea Bordón y Ana María de los Ríos reconocieron que les echarán de menos... "después de tanto tiempo se les coge cariño". Claro que en la unidad docente el ciclo vuelve a empezar. Ayer mismo por la mañana recibieron a los nuevos MIR, que vienen "llenos de ilusión y sensaciones de novedad".

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