La estación de esquí de Sierra Nevada, que el pasado fin de semana albergó la visita de unos 16.000 esquiadores y alrededor de 3.500 turistas -un 90 por ciento de la ocupación-, cerró ayer sus instalaciones debido a los fuertes vientos y nevadas registrados en la zona.

Según la Guardia Civil de Tráfico de Granada y Cetursa, empresa que gestiona las instalaciones, en la carretera de acceso a la estación es obligatorio el uso de cadenas a partir del kilómetro 28.

En la zona de Borreguiles, el viento sopló con rachas de 80 kilómetros por hora, lo que comprometía la seguridad de los usuarios de los medios mecánicos. También el viento impidió que aumentara en mayor medida el grosor de nieve en pistas. Además durante la jornada la visibilidad fue parcial en Pradollano y Borreguiles, mientras que la nieve, de calidad polvo, situó a primera hora de la tarde sus niveles en cotas entre 20 y 40 centímetros de espesor.

La previsión de apertura para hoy, siempre que las condiciones así lo permitan, es de unos 14 kilómetros; en las zonas de Borreguiles, principiantes y Río Monachil, el desnivel esquiable es de 925 metros, sin ningún riesgo de avalancha.