juan josé egea. coordinador andaluz de transplantes

"Hay que ganar visibilidad: además de ser el referente, hay que parecerlo"

  • El granadino ha sido nombrado este verano máximo responsable del SAS en operaciones de transplante y donaciones

  • Llega al cargo tras la jubilación del doctor Manuel Alonso

Juan José Egea se formó en Granada aunque ha desarrollado su carrera profesional en Sevilla.

Juan José Egea se formó en Granada aunque ha desarrollado su carrera profesional en Sevilla. / reportaje gráfico: víctor rodríguez

-Cambio de puesto y mayor responsabilidad, ¿cuál es su labor principal como Coordinador de Transplantes de toda Andalucía?

-La labor realmente pasa por un proceso de donación y transplante. Son muchos frentes distintos que parten desde que una familia dice sí a la donación. Eso es lo que nos permite salvar vidas o mejorar la de muchas personas. Todo parte desde la red de coordinación a nivel autonómico, que tiene a su vez una red de coordinadores de transplantes dentro de todos los hospitales y que a su vez ellos dependen de unos coordinadores sectoriales que son los que controlan el resto de hospitales de su zona. Tenemos que trabajar todos para que la gente tenga la oportunidad de decidir cuando les llega el momento si quieren o no ser donantes.

-¿Cómo se consigue preparar a las familias de los donantes?

-Es necesario contar con toda la red, además de estar atentos y muy entrenados, sobre todo, a la hora de hablar con la familia y de transmitir noticias que no son positivas de fondo aunque luego terminen siéndolo. De hecho, una de las facetas más bonitas dentro de este trabajo es cuando se termina una donación y ves a una familia que sabes que ha perdido un ser querido con una sonrisa y dándote las gracias.

-Supongo que es muy importante saber manejar los tiempos.

-Yo trabajo en la UCI de Traumatología del Virgen del Rocío y allí sabes que tenemos dispositivos para dar soporte a distintos órganos, desde respiradores para los pulmones, máquinas para propulsar la sangre, diálisis... Muchas cosas que suplen las funciones de algunos órganos pero a veces son transitorias. Además, hay una serie de órganos que no tienen esa capacidad y el paciente se engancha a una máquina y su única opción de dejarla es transplantarse. Las máquinas son sólo un sostén para ganar tiempo y por lo tanto pueda recibir el órgano con la máxima seguridad que es lo que le dará calidad de vida.

"Si se tiene que abrir el aeropuerto de Granada para que llegue un corazón, se hace"

-¿Cuáles son los principales retos al frente de la coordinación de transplantes del SAS?

-Partimos de una situación afortunada. España en su conjunto tiene marcado como objetivo 2022 llegar a tener cincuenta donantes por millón de población en ese año, mientras que en Andalucía en 2018 ya hemos alcanzado esta tasa. La comunidad va a velocidad de crucero y en una circunstancia muy positiva, al frente a nivel nacional del proceso de donación y transplante. Pero aún así tenemos que potenciar la investigación y nuestra visibilidad: además de ser el referente también hay que parecerlo. A día de hoy tenemos más de 270 donantes, más de 570 transplantes, cifras que antes se hacía en un año y que hemos conseguido en siete meses.

Juan José Egea, en su despacho. Juan José Egea, en su despacho.

Juan José Egea, en su despacho.

-La base principal de estos datos radica en los ciudadanos.

-Efectivamente, esto es gracias a la madurez que tiene la sociedad andaluza. Cuando llega el momento complicado de preguntar a las personas qué eligen son capaces de decir que sí a la donación. También se une a los excelentes sanitarios que tenemos que nos permiten que a cualquier hora y cualquier día -como si es Nochebuena- la gente acude desde sus casas porque sabe que en ese momento van a salvar una vida. También hay otros profesionales como jueces, forenses, controladores aéreos o transportistas que son fundamentales. Si hay que abrir el aeropuerto de Granada para que llegue un corazón de Bilbao, sin lugar a dudas se hace. Una de las cosas más bonitas de esta profesión es que si pides ayuda todo el mundo se pone a trabajar en cadena.

-¿En qué estado se encuentra el mapa granadino de transplantes?

-Granada realmente tiene mucho que aportar y siempre ha sido así. Fue la primera provincia en Andalucía en desarrollar los programas de asistolia pese a que pensaba que no se podría hacer en una ciudad pequeña. Parecía que no podría llevarse a cabo y en 2010 el coordinador regional de transplantes, José Carlos Villares, fue el que deslumbró a toda España porque ese programa sólo se hacía en ciudades muy grandes y fue el primero en lanzarse a montar en Granada un proyecto así. De hecho, en Sevilla empezó dos años más tarde. Granada es en ese punto referente en toda Andalucía y en España por la experiencia acumulada.

-¿Se corresponde el nivel de experiencia con el del número de donantes en la provincia?

-Cuando hablamos de la red regional de transplantes lógicamente se potencia toda la parte científica y de investigación, y Granada está en el mapa de los transplantes gracias los profesionales y donantes. Sus cifras en este último caso son además son bastantes buenas. Teniendo en cuenta además que tanto las donaciones como las operaciones son a nivel nacional y no se circunscriben a su propio territorio, el intercambio es continuo. Periódicamente revisamos los datos por provincia y si se ve que una de ellas tiene menos movimiento, se estudia el caso, se cambian los criterios y se potencia esa zona.

-En Granada se están estrenando equipamientos e instalaciones en el nuevo San Cecilio en el PTS. ¿Qué espera de esta nueva era sanitaria de la ciudad?

-Una cosa importante que tiene Granada es que el tema de coordinación de transplantes nosotros trabajamos en red, no hacemos distinción por hospital. Todo lo que llegue, personal, equipamiento y demás es siempre positivo y Granada para nosotros siempre ha sido un referente y las nuevas instalaciones hace que todo el proceso de transplante funcione mejor. Aunque también es importante la ciudad por la innovación y todo el parque tecnológico que hay alrededor. Con el Instituto Andaluz en Terapias Avanzadas, que está allí, colaboramos mucho a nivel de las pieles cultivadas. En el caso de los grandes quemados, aunque también se hacen transplantes de piel, pero si somos capaces de cultivar su piel de forma que se use la propia piel del paciente para cubrir la quemadura es un punto en el que Granada está a la cabeza de toda Andalucía.

-¿Cuánto tiempo espera un paciente hasta recibir su órgano?

-Depende de qué órgano o tejido necesite. Hay que tener en cuenta que hay gente en lista de espera y que por una cuestión de necesidad clínica tiene que ponerse el primero incluso a nivel nacional, no sólo de Andalucía, pasa a un nivel máximo por lo que el primer órgano que sea compatible esté donde esté ese órgano es para esa persona. Distinto es que el paciente esté en una lista preferente en la cual tienes que esperar un tiempo a que haya alguien que sean realmente compatible. Pero sí es cierto que se revisan las listas para que las personas con mayor necesidad reciban el transplante lo antes posible. Eso sí es importante, esto no es como una cola normal: si realmente estás bien, tardarás más tiempo en transplantarte.

Foto: Víctor Rodríguez Foto: Víctor Rodríguez

Foto: Víctor Rodríguez

-¿Existe un buen nivel de concienciación en nuestra sociedad?

-Una de las cosas positivas que tenemos en Andalucía es que progresivamente la sociedad está más concienciada de la importancia que tiene la donación de tejidos y órganos y llevamos un tiempo que estamos rozando el 90% de las familias que deciden donar tras la muerte. Hace 20 años estábamos en un 60% aproximadamente y hemos conseguido estabilizarnos al rededor del 90%. De cada 10 familias, 9 dicen que sí y eso es porque saben que el esfuerzo que supone respetar el deseo de la persona de ser donante va a suponer salvar muchas vidas ese día. Para nosotros supone una satisfacción tremenda porque como te digo tenemos una sofisticación técnica pero si no llegara un órgano de una persona no podríamos salvar la vida de otra. Lo bonito es que desde la sociedad se genera una necesidad y la propia sociedad es la que ayuda al sistema para que pueda hacerse realidad.

-¿En qué pensó cuando le dieron la noticia de su nuevo puesto?

-Lo primero es que me daba mucha seguridad conocer a todo el equipo y tenerlo conmigo al haber coordinado Sevilla y Huelva. No me metí en una aventura nueva con gente que no conocía y donde tendría que empezar de cero sino que realmente en estos tres años tenía ya unos vínculos muy fuertes. Además como la gente que se mete en esto son personas con unos valores y una capacidad admirable, eso hace que trabajar aquí sea duro pero a la vez muy fácil porque te rodeas de personas que creen en lo que hacen. Nos nutrimos los unos a los otros con la experiencia.

-Llega de ser el coordinador de Sevilla y Huelva y ha visto incrementado su equipo de trabajo exponencialmente. ¿Es complicado coordinar a tanto personal?

-Realmente gracias a que tenemos muchas reuniones -de forma anual tenemos dos o tres con toda la red andaluza- al final somos casi como una familia porque somos mucha gente, unas cuarenta personas, pero sí es cierto que al que compartir situaciones muy complicadas también compartimos momentos de estrés muy grande como por ejemplo que habitualmente a las dos o las tres de la madrugada estamos hablando entre todas las ciudades. Eso hace que tengamos mucho contacto con la gente y aunque no te hayas visto con ellos has hablado muchísimas veces a lo largo de un mes. Siempre resolviendo situaciones y hay que tener en cuenta que vamos en contra del tiempo y eso hace que todas las situaciones y gestiones tenemos que hacerlas de una manera muy precisa para poder llegar a tiempo y salvar esa vida. A veces es fuera de Andalucía y hay que buscar un avión o un sistema de transporte...

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