La idea del Ayuntamiento de Granada de unir la Alhambra con la ciudad a través de un vehículo ecológico le reportará a la capital al menos 80.000 euros anuales. Este es el canon mínimo que estipula el pliego de condiciones y que la empresa que obtenga la concesión del medio de transporte deberá abonar a la ciudad por hacerse cargo de este servicio.

El pliego de condiciones, que ayer fue aprobado en Junta de Gobierno Local, da luz verde al concurso por el que se adjudicará el servicio. A partir de ahora dicho documento, en el que se detallan todos los matices técnicos del proyecto, tendrá que publicarse en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) para que las empresas aspirantes presenten sus ofertas en un plazo estimado de 15 días. Dicha publicación se llevará a cabo a entre el lunes y el martes de la próxima semana.

El pliego de condiciones técnicas deja en manos de las empresas privadas casi todo el proyecto, de forma que quienes concurran tendrán que hacer el diseño del vehículo, el recorrido, las frecuencias, la capacidad y determinar su precio, que no parece que vaya a ser especialmente económico puesto que no se trata de un servicio público subvencionado por el Ayuntamiento.

En la presentación que el alcade y el consejero de Turismo hicieron el pasado jueves del proyecto, sólo quedó claro que este medio de transporte debe ser de última generación, preferiblemente eléctrico y que no haga ruido, puesto que va a conectar un enclave Patrimonio de la Humanidad con una ciudad histórica. En cuanto al trayecto, Torres Hurtado sólo avanzó que este tren sobre ruedas, o autobús o lo que se diseñe al final, bajará desde las taquillas de la Alhambra hasta plaza Nueva por la Cuesta Gomérez. Nada hay establecido de por dónde realizará la subida, si bien el alcalde reconoció que puede ser por el Realejo.

El pliego recoge una concesión a la empresa adjudicataria de diez años prorrogables a cinco más y la intención es que el servicio empiece a funcionar con la llegada del buen tiempo, en mayo.

De este modo, serán las empresas que opten al concurso las que definan el resto del itinerario para favorecer la rentabilidad del servicio, de forma que no se descarta que el vehículo transite por el barrio morisco del Albaicín o conecte con otros reclamos culturales para incitar a su uso.