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El 'gigante' de las compras se estrena con un baño de masas

  • Los granadinos no se resistieron ayer a conocer de primera mano un centro comercial que llevan esperando años.

  • La jornada se saldó con una falsa alarma que hizo que muchos clientes salieran el edificio.

El de ayer fue un día típico de centro comercial. Frío, lluvioso y con pocos alicientes para pasear por la calle, a excepción de quienes consideren esquivar paraguas un deporte de riesgo. El tiempo se alió con el centro comercial Nevada, aunque cierto es que la expectación generada durante 21 años de tramitación y batalla judicial era garantía más que suficiente para asegurar el 'lleno' en el megacomplejo de compras de Armilla. Fueron miles los granadinos que desde primera hora de la mañana se acercaron al Nevada Shopping, ya fuera por las ganas de estrenar las nuevas tiendas que se suman a la oferta comercial de Granada o por una irrefrenable curiosidad de comprobar si el 'gigante' era realmente para tanto.

Y sí, a juzgar por las reacciones de los primeros clientes del Nevada, lo era. En los pasillos -llenos pero no intransitables, dadas las dimensiones del centro- abundaban las conversaciones sobre la espectacularidad del proyecto de General de Galerías Comerciales, y las caras de sorpresa ante la presencia de marcas y negocios de restauración que no se prodigan en el territorio nacional. Desde Topshop hasta la Fnac o Muerde la Pasta, el centro Nevada incorpora un buen número de establecimientos que hasta ahora no habían pisado Granada, y que configuran uno de los reclamos más potentes del centro comercial. Eso, y el hecho de encontrar en un espacio limitado una oferta compuesta por más de dos centenares de establecimientos. De momento, sin embargo, el Nevada tiene algo más de 40 locales vacíos (cubiertos con carteles promocionales con la frase I love Nevada), además de una veintena de negocios con nombre pero que todavía no han abierto sus puertas, como Mango, Menbur, Alcott, Media Markt o Primark.

Pese a todo, la sensación entre muchos de los granadinos que se acercaron al Nevada era que la espera había merecido la pena. Carlos Mesa y Laura Arco, por ejemplo, aseguraron que llevaban "mucho tiempo esperando", y que su idea era alargar la mañana de compras y comer en la zona de restauración, estrenando alguno de los establecimientos. No fueron los únicos, porque al igual que las numerosas cafeterías se llenaron a primera hora de la mañana, los restaurantes registraron una ocupación impropia de un día laborable en mitad de la semana. "Estoy muy contento", aseguró el promotor del centro, Tomás Olivo, que ayer se paseaba por el Nevada comprobara que todo funcionara como debía.

Si el asombro era la nota característica de los clientes del Nevada, la emoción era la de los comerciantes y trabajadores que, por fin, han visto cumplidas sus esperanzas. En la inauguración del centro, el alcalde Armilla, Gerardo Sánchez, aseguraba que por fin se había hecho realidad el sueño de Tomás Olivo. Pero lo cierto es que ayer no se cumplió únicamente el sueño del empresario, sino también de cientos de comerciantes que se embarcaron en el proyecto y han tenido que esperar pacientemente a que fuera una realidad. Esa emoción, y la convicción de que el 23 de noviembre pasará a la historia del comercio de Granada, fue lo que hizo que la mayoría de los establecimientos se volcaran con sus clientes, animándoles a celebrar con ellos la apertura del Nevada. Muchos locales decidieron organizar por la tarde cócteles de bienvenida, pero desde primera hora de la mañana hubo un ambiente festivo.

Muchas de las tiendas decidieron llevar a sus propios DJ; organizar concursos en los que sorteaban sus escaparates; adelantar el Black Friday al miércoles; repartir pulseritas con descuentos; o hacer pequeños regalos a quienes se estrenaran comprando en el local. También hubo catering con canapés; bombones estratégicamente situados en las cajas; o personal shopper que se ofrecían amablemente a asesorar a los clientes para ayudarles a elegir su mejor estilismo.

En su inauguración, el Nevada tuvo de todo, incluida una falsa alarma que asustó a los clientes y les animó a desalojar el centro por las salidas de emergencia. Según confirmaron ayer fuentes de la Policía Local de Armilla y del servicio de emergencias 112, un fallo en el dispositivo de seguridad hizo saltar la alarma, generando un pitido atronador y un mensaje por megafonía que alertaba de que se trataba de un aviso de emergencia. Aunque en ningún momento llegó a activarse el protocolo de evacuación, ya que era una falsa alarma, fueron muchos los clientes y comerciantes que comenzaron a salir del centro, con más o menos calma. Algunos, como relataron en redes sociales, llegaron a dejarse la comida encima de la mesa, ya que la alarma saltó a eso de las 15:00 horas. Veinte minutos después, los empleados de seguridad y el propio sistema de megafonía confirmaron que se trataba de una falsa alarma y que podían volver a entrar, tranquilizando a los clientes y animándoles a continuar con sus compras.

Esa fue una de las pocas incidencias que vivió el Nevada en su primer día de apertura, ya que los peores temores sobre el colapso de tráfico finalmente no se confirmaron. Fuentes de la Guardia Civil apuntaron que a primera hora de la mañana, entre las 08:00 y las 11:00 horas, se activó el nivel amarillo de tráfico en la A-44 en sentido Motril, algo que no suele pasar y que atribuyeron a la llegada de comerciantes y compradores al Nevada Shopping. Durante el resto del día, y aunque en momentos puntuales las entradas al parking subterráneo registraron un tráfico intenso, no se produjeron atascos de consideración.

Aunque ayer hubo Policía Local de Armilla y efectivos de seguridad privada controlando que el tráfico se desarrollara como debía, no será hasta este fin de semana cuando se active el dispositivo especial para evitar atascos y colapsos. El Ayuntamiento de Armilla y el centro comercial han diseñado un operativo compuesto por 17 policías locales, 36 guardias de seguridad y 32 auxiliares, a los que se sumarán agentes de la Guardia Civil y la Policía Local, para hacer frente a la afluencia masiva que se espera desde el mismo viernes, cuando comenzará oficialmente la temporada de compras navideñas con el 'viernes negro'.

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