Una masa de aire cálido es la causa de que Granada viva una anómala primavera a dos semanas de que comiencen las fiestas navideñas y de que oficialmente el invierno tome el relevo. Se trata de un fenómeno poco usual que no encaja dentro de la normalidad meteorológica de estas fechas en la provincia pero que, en ningún caso, es extraordinario. Según los datos recopilados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en el año 2000, en el mismo puente de la Constitución, el mercurio marcó en el aeropuerto de Granada una máxima de 22 grados. Este récord ha durado una década. Ayer fue rebasado gracias a los 23,7 grados que se registraron en ese mismo punto.

La semana comenzó marcada por la presencia de una borrasca casi estacionaria al oeste de la Península, que abrió la puerta a masas de aire cálido y húmedo de carácter subtropical, según la Aemet. Esto originó el temporal de lluvias que afectó principalmente a las provincias de Sevilla, Jaén o Córdoba, y que también azotó Granada.

Una vez despejados los cielos, las altas temperaturas -con máximas que han rondado los 20 grados, más propias del mes de abril o de otras latitudes, como las islas Canarias- han sido la tónica general de los últimos días. De cara a este fin de semana, según el director suplente del Centro Meteorológico Territorial de la Aemet en Málaga, Francisco José Rodríguez, se espera que la situación vaya "normalizándose", aunque las temperaturas serán suaves. Así, hoy se espera una máxima de 19 grados y una mínima de 9, y las principales novedades meteorológicas se esperan en la Costa, donde está activada la alerta amarilla por vientos a causa del levante.

La explicación está en esa masa de aire cálido, procedente del suroeste, que ocupa parte de la zona baja de la atmósfera y, debido a su estabilidad, ha propiciado que se eleven las temperaturas. Sus repercusiones, aparte de unos días de tregua de lluvia y frío, serán inapreciables, según Rodríguez, ya que este calor no afectará ni a la flora ni a la fauna. "No creo que tenga consecuencias", explica, ya que para que una situación de este tipo afecte al entorno es necesario que ésta "persista".

Si anómalo resulta este calor por las fechas que marca el calendario, más extraño resulta si se tiene en cuenta que noviembre resultó, según los indicadores de Aemet, un mes más frío de lo normal en la mayor parte de España. En la provincia de Granada esta desviación por debajo de la media de los últimos años estuvo entre un grado y dos. Las temperaturas más bajas de noviembre se registraron en los últimos tres días del mes debido a la irrupción de una masa de aire muy frío procedente del norte de Europa, lo que dio lugar a precipitaciones en forma de nieve, que permitieron, por ejemplo, que la estación de esquí de Sierra Nevada abriera la temporada el último fin de semana de noviembre.

2000