El día después del estallido de la 'crisis' municipal de los 100 días fue algo más relajado... Al menos aparentemente. El alcalde, Luis Salvador (Cs), retomó su agenda y trató de justificar esa decisión de su gabinete de retrasar hasta el jueves una convocatoria a cuatro minutos de que empezase, que estaba fijada con tres días de antelación, y que ya había sido cancelada de forma interna a los concejales durante la noche del domingo.

Por parte del PP, el edil César Díaz fue el que recogió el testigo de su compañera Eva Martín –fue la única en dar la cara el lunes tras la cancelación–, para tratar de zanjar un tema que ha evidenciado la 'guerra fría' que se vive en el seno del bipartito municipal.

Si bien ambos aseguran que la relación entre los dos socios de gobierno goza de buena salud y emplazan a todos al jueves –fecha en la que se hará el balance de los 100 días para el que sigue sin haber hora– a comprobarlo, también es cierto que la 'guerra de agendas' sigue reinando.

"Que se anunciase por la mañana simplemente fue un problema de coordinación. Pensábamos haber trasladado la convocatoria a por la tarde o al propio martes, pero uno de los dos tenía un problema familiar en el que estaba fuera de España durante estos días y entonces se decidió darla el jueves", aseguró Salvador.

Sin embargo, este mensaje deja, de nuevo, sin desvelar el verdadero motivo del 'problema' para no llevarla a cabo el lunes a las 10:00 horas como estaba previsto. Y es que tanto el alcalde como Sebastián Pérez, al igual que el resto de concejales del equipo de gobierno, tenían sincronizadas sus agendas para comparecer de forma conjunta como estaba previsto.

Hasta poco antes de las 11:00 horas que salió del consistorio junto a su jefe de gabinete, Luis Salvador permaneció en su despacho. Pero no asistió a la presentación de un proyecto inmobiliario en la capital que arrancó cerca de las doce y media del mediodía, tras 30 minutos de espera a un regidor que, pese a haber confirmado su asistencia, finalmente no apareció. Por su parte, Pérez solo tenía la cita de las diez, mientras que a la una partía de viaje por un asunto familiar. El fallo de agenda sigue sin vislumbrarse.

Lo que sí está claro, y así lo dijo ayer el propio César Díaz, es que para el PP "ha habido una decisión del alcalde, de su gabinete, de suspender esa convocatoria" de una forma que "no se ha hecho bien". "Algo que se tiene que corregir", aseguró Díaz.

Así culminó el cruce de justificaciones de una polémica tras la que ambas formaciones insisten en que "no hay fricciones" entre ambos partidos. A expensas de lo que suceda el próximo jueves.