Sindicatos y trabajadores del sector de la hostelería cumplieron ayer su primera jornada en la provincia. Una convocatoria que contó con sus mayores cotas de seguimiento en algunos hoteles de la capital. Como suele ocurrir en acontecimientos de este tipo las cifras cambian en función de quién las ofrezca. Es decir, el baile de números fue una vez más protagonista. Las organizaciones sindicales situaron el seguimiento del paro en el 70% a nivel provincial mientras que la patronal lo rebajó al 3%, para 15.000 empleados que estaban llamados a secundarlo. Según la misma fuente, en el hospedaje se alcanzó el 85%. A ojos de la patronal ese registro osciló entre el 13% y el 17% a las doce del mediodía, con una caída hasta el 6% a las 15:00 horas e incidencia "cero" a lo largo de la tarde.

La ciudad de la Alhambra despertaba con la actividad "pacífica" de los piquetes informativos, a juicio del secretario de hostelería de UGT, Francisco Jiménez. Conforme avanzaba la mañana, pequeños grupos de empleados se hacían notar a las puertas de ciertos negocios. Especialmente, el hotel San Antón en el que la totalidad del personal, según los sindicatos, optó por secundar la huelga. Una estimación que la patronal bajó al 90%, como en el Alhambra Palace.

El dato de participación (desde el prisma sindical) fue inferior en otros establecimientos como en el hotel Victoria (80%), Meliá (70%) o Carmen (50%). A lrespecto, los empresarios comentaron que en "otros cinco o seis" firmas del casco histórico el seguimiento alcanzó como mucho el 35%.

En la Costa Tropical, la plantilla del hotel Robinson (Playa Granada) respaldó la convocatoria en un 70% y en el Playa Cálida de Almuñécar en un 50%, según los convocantes. Los empresarios detectaron únicamente "un poco" en el primero de ellos aunque por la tarde confirmaron que algunos empleados optaron ayer "por cogerse días libres".

La brecha fue mayor en las cifras recogidas en el subsector de la restauración. Bien es cierto que los distintos bares y cafeterías ofrecían una estampa como la de un día cualquiera. Empleados sirviendo las comandas y atendiendo a la clientela ya fuera en terrazas o en el interior de los locales. Los sindicatos valoraron en un 50% el seguimiento de la convocatoria (con un 100% en Sierra Nevada) mientras que la patronal lo rebajó a "cero".

Una de las dos citas más destacadas de la jornada (la segunda fue por la tarde en la Alhambra durante el acto de apertura de la Copa del Mundo de Baloncesto al que asistieron el alcalde, José Torres Hurtado, y la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, entre otros) fue la manifestación que recorrió el centro de la capital desde los jardines del Triunfo hasta la plaza del Carmen. Fuentes de la Subdelegación del Gobierno calcularon unos 350 asistentes mientras que los convocantes, CCOO y UGT, dijeron que "un millar de personas".

A lo largo de la marcha los asistentes, que recorrieron el eje Gran Vía y Reyes Católicos, lanzaron mensajes -algunos subidos de tono- contra los empresarios y aumentaron la intensidad de su protesta a su paso por hoteles, bares y cafeterías.

Antes de iniciar la manifestación, Francisco Jiménez reiteró la "responsabilidad" de los asalariados para seguidamente criticar la postura adoptada por el sector privado. "No estamos dispuestos a retroceder treinta años. Que se sienten a negociar seriamente", recalcó el responsable de hostelería de UGT.

Al ser cuestionada por la actitud conciliadora que han pedido todas las administraciones (Ayuntamiento de Granada, Diputación y Junta), su homóloga en CCOO, Elvira Martínez, reprochó a la patronal su intención de aplicar "recortes" en el nuevo convenio.

Por su parte, el secretario general de la Federación Provincial de Hostelería y Turismo, Antonio García, fue contundente y dijo que la huelga "no ha servido para nada". La ruptura del diálogo ha "dinamitado" las posiciones iniciales de la negociación, sentenció el representante de los empresarios. Visto lo visto, ante la inminente celebración de las sucesivas huelgas previstas para los días 4, 10 y 11 de septiembre, la patronal lo tiene claro: "Están en su derecho de ejercerla pero irán cuatro. No es una amenaza, es un reflejo de su actitud.