Granada

Los ingresos de La Cañada y otros centros de Olivo, como referente para indemnizar

El único peritaje que la jueza del Contencioso Administrativo número 1 de Granada ha tenido en cuenta para valorar la indemnización que cabría otorgarle a la empresa promotora del Centro Nevada es la que presentó la propia sociedad interesada y que se fundamenta sobre todo en los ingresos que obtienen otros centros comerciales del mismo propietario, Tomás Olivo.

La Cañada de Marbella, Mediterráneo en Almería, Gran Plaza en Roquetas de Mar y otro centro en Mataró son los negocios de referencia, de los que se han tenido en cuenta los ingresos para calcular los beneficios de cada metro cuadrado y así aplicar esa cantidad al aún cerrado Centro Nevada. La jueza ha aceptado que la empresa debe recibir indemnización por el lucro cesante; es decir, el dinero que hubiera ganado el promotor de haber tenido abierto el edificio en la fecha prevista inicialmente.

El empresario Tomás Olivo presentó varias alternativas de indemnización, teniendo en cuenta diferentes criterios y fechas para calcular. La jueza le ha reconocido los daños causados por la pérdida del interés del dinero invertido en la obra, por la indemnización que tuvo que darle a Leroy Merlin ante el retraso y por los trabajos de vigilancia de las obras paralizadas (esto suma 14,5 millones). Pero también le ha reconocido la parte más difícil de demostrar y la más cuantiosa, que es el lucro cesante, aunque con el cálculo más prudente de los planteados por la propia empresa peticionaria. Se han tenido en cuenta los ingresos de los otros centros comerciales durante los meses de sus aperturas. Otros 143 millones de euros.

La jueza no ha tenido en cuenta el informe pericial de la Junta, que contrapone los argumentos del anterior. Aduce el licenciado en Económicas, de la Agencia Tributaria andaluza, que no se pueden pagar intereses por el dinero invertido en la obra y sumarle el lucro que hubiera obtenido de estar abierto el comercio. Sobre el cálculo del lucro cesante considera que está "falto de rigor", entre otras cosas, por no tener en cuenta las diferencias geográficas y sociales entre Granada y los otros centros comerciales.

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