Granada

"La invitamos a irse porque llegó tarde y su indumentaria era inadecuada"

  • La Hermandad de las Angustias asegura que el incidente con la falda de la menor "no fue un problema de moralidad sino de reglas" · No ve necesario pedir disculpas y asume que el caso puede acabar en juicio

La Hermandad de las Angustias sostiene que no expulsó a la menor de la procesión celebrada el pasado 25 de septiembre, "y menos aún por llevar la falda demasiado corta". La chica fue "invitada" a abandonar el cortejo por llegar bastante después de la hora fijada, incorporarse al mismo cuando ya había comenzado y no ajustarse a la uniformidad que marcan las reglas internas. "No portaba vela, tampoco llevaba los guantes blancos, las mangas de la camisa le llegaban hasta los codos y no hasta las muñecas y la falda, en realidad, podía pasar porque sólo estaba unos pocos centímetros por encima de las rodillas, pero era tan estrecha que se le subía al andar", argumenta la directiva.

Es, en síntesis, la explicación que dio ayer la cofradía para rebatir las críticas recibidas por parte de Jesús Cerrillo, padre de una niña de 15 años que, asegura, fue expulsada de la procesión y abandonada en plena calle sin asegurarse previamente de que podía localizar a sus padres o a algún familiar para que se hiciera cargo de ella. Cerrillo le ha pedido a la hermandad que identifique a las tres personas supuestamente responsables de la expulsión y pretende poner el caso en manos de la Fiscalía para que la Justicia determine si se cometió una falta o delito de abandono.

Valeriano Ortuzar, prefecto de cultos y ceremonias de la hermandad, explicó que la chica (de quien quiso dejar claro que tuvo un comportamiento "ejemplar") tenía que haberse presentado en la basílica a las cinco pero llegó "pasadas las seis, cuando la procesión ya estaba a la altura de El Corte Inglés".

Se sumó a la misma pero iba inadecuadamente vestida, de ahí que le pidieran que se acercara a la cabecera de la procesión. Allí, una responsable de la hermandad le invitó "educadamente" a que se fuera. "Nuestras normas nos imponen que en caso de que se produzca alguna anomalía y se le tenga que llamar al atención a alguien, se haga con discreción y cortesía. Es más, también nos dicen que si una persona insiste en quedarse pese a todo, se le deje seguir", argumentó. La persona que habló con la menor es "de total confianza y tiene todo nuestro apoyo", prosiguió Valeriano Ortuzar, a quien corroboró un veterano directivo de la cofradía, Fernando Guijosa.

"No somos tutores ni responsables de los menores que vienen", comentó este último, quien especificó que así viene reflejado también de los estatutos. "Algún familiar debería haber estado pendiente", agregó.

Pero, pese a todo, a la chica, una vez fuera de la marcha, la localizaron en la calle Alhóndiga y le pidieron que regresara hasta que sus padres o algún familiar aparecieran. La menor, siempre según la versión de la hermandad, no quiso.

En opinión de Ortuzar, el comportamiento de la cofradía ha sido intachable, pero tiene sus dudas de que pueda decirse lo mismo sobre el padre de la menor. "Parece haber actuado con premeditación", dijo. Pero no quiso añadir nada más.

Ambos aseguraron que la junta de gobierno asume "toda la responsabilidad", incluso en el caso de que el asunto llegue a la Justicia, y advirtieron de que no van a decirle en ningún caso a Cerrillo el nombre de las conciliarias que intervinieron en el supuesto incidente.

"Somos una cofradía de 2.800 hermanos y procesionan más de 900 personas con la virgen. El cuerpo de mujeres es el mejor organizado y jamás se le ha dicho a nadie que se vaya, ni siquiera aunque esa persona se niegue a mostrarle el carné de la cofradía. Si a alguien se le invita a marcharse por ir incorrectamente vestida, simplemente se le invita, nunca se le echa", insistió Valeriano Ortuzar.

La hermandad celebró ayer por la tarde una junta de gobierno en la que tenía previsto precisamente hablar sobre los pormenores de la procesión y en la que, como es lógico, se abordó la incidencia. Al cierre de esta edición no había trascendido si se iba a tomar alguna medida disciplinaria contra Jesús Cerrillo, hermano de la cofradía desde hace más de treinta años. "Contra la que, con toda seguridad, no vamos a actuar será contra su hija", concluyó el prefecto.

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