La pericial psicológica practicada al principal denunciante en el llamado 'caso Romanones', en el que se investigan supuestos abusos sexuales cometidos por sacerdotes a menores en Granada, revela que el joven padece "sintomatología ansiosa", "intensa desestabilización emocional" y "secuelas de las experiencias traumáticas vividas".

Este informe pericial ha sido ya incorporado a la causa que se sigue en el Juzgado de Instrucción número 4 de Granada, y supone la última prueba que restaba por practicar antes de que finalice la instrucción, lo que podría ocurrir en las próximas horas, según avanzaron ayer fuentes del caso. De acuerdo a las conclusiones de este análisis psicológico, el denunciante no presenta ningún tipo de "alteración ni rasgos de personalidad patológico".

Tras la "revelación" de los hechos, sí aprecian los expertos la "aparición de toda una sintomatología predominantemente ansiosa y de reexperimentación de las situaciones traumáticas vividas con momentos de intensa desestabilización emocional, al tener que afrontar ante otros la realidad de sus vivencias abusivas".

El informe señala que en la actualidad, el joven mantiene "sintomatología ansiosa" y, en grado leve, algunos síntomas depresivos. Como secuela de las "experiencias traumáticas vividas" señalan los expertos una "afectación en el ámbito de la sexualidad" y también en el plano espiritual. Se apunta concretamente a una "ambivalencia entre las creencias y la fe que desea mantener" el joven y los "fuertes sentimientos de fraude y engaño que alberga por esas experiencias traumáticas".