Solo 19 años, un amplio historial delictivo y dos atracos a contrarreloj que lo han hecho finalmente entrar en la cárcel. La Policía Nacional ha detenido en la zona Norte de Granada a este 'ladrón del tiempo', un joven de nacionalidad española y origen marroquí, como presunto autor de dos robos con violencia cometidos haciendo uso de la violencia y la intimidación que realizó en el transcurso de tan solo dos horas: un bar y una heladería. El detenido ya ha pasado a disposición de la autoridad judicial que ha decretado su ingreso en prisión.

Amplio historial delictivo

A pesar de su juventud el detenido acumula un número relevante de detenciones y antecedentes policiales que viene sumando desde que era menor de edad. En el año 2017 fue detenido por su supuesta participación en un total de siete robos en los que se habría servido tanto de cuchillos como de pistolas para coaccionar a sus víctimas, generalmente empleados o propietarios de diversos establecimientos de la zona norte de Granada.

En 2019 fue inculpado por otros cinco atracos con similares características, ampliando esta vez su zona de actividad a los municipios del cinturón y protagonizando ese mismo año un peligroso intento de fuga que resultó frustrado por la actuación de los agentes cuando estaba siendo conducido para su ingreso en un Centro Penitenciario.

Amenazas por la espalda con un objeto punzante

El propietario de un bar fue testigo directo de cómo un empleado suyo era abordado por la espalda y cogido fuertemente del cuello a la vez que le colocaban un objeto punzante en la espalda. El empleado mantuvo un forcejeo con el atracador sufriendo lesiones y la rotura de las gafas que portaba. Finalmente el atracador salió huyendo del lugar a la carrera, siendo perseguido pero no alcanzado.

Robo de la recaudación cuchillo en mano

Tan sólo dos horas después, sobre las seis de la tarde, este mismo individuo habría protagonizado otro violento episodio en el que la dependienta de una heladería fue atracada en su puesto de trabajo. La empleada sufrió el asalto de un varón semiencapuchado que tras pasar por debajo de la barra del local llegó hasta la caja registradora y exhibiendo un cuchillo de grandes dimensiones le solicitó de manera imperativa que abriese la caja y que no chillase, tras lo cual se hizo con un botín de 600 euros pertenecientes a la recaudación del establecimiento. Acto seguido huyó corriendo por las calles adyacentes.

La investigación policial llevada a cabo ha sido capaz de demostrar su participación en los hechos descritos como autor material de los mismos, habiendo decretado la autoridad judicial su ingreso en prisión.