Granada

Es una lata currar en verano

  • Las altas temperaturas uno de los aspectos negativos de ir cada día al trabajo durante la época estival

  • El paro registrado en la provincia descendió por quinto mes consecutivo

Trabajar en verano puede producir sentimientos encontrados a aquellos que por circunstancias variadas tienen que atender su responsabilidad laboral durante el estío, más propio de disfrutar sobre la arena de playa haciendo cualquier cosa, simplemente viendo el tiempo pasar, y de descansar con una cerveza en la mano en cualquier chiringuito.

En todo caso, a aquellos que trabajan durante las calurosas jornadas de verano les vendrá bien la famosa frase de Karl Marx en la que apuntaba que "el trabajo dignifica al hombre". Muchos son los granadinos que durante la temporada alta acuden a su puesto laboral, para aquellos que su empleo requiera estar en la calle, sin las bondades de los aires acondicionados, puede resultar tedioso, pero los que sí tienen en sus empleos esta facilidad no lo pasan tan mal.

El aire acondicionado ayuda a sobrellevar las jornadas laborales durante agosto

En ese sentido, Quique Nicolás, que regenta la empresa familiar, una tienda de souvenirs y comestibles de la estación de autobuses se muestra contento y lleva bien trabajar durante el verano, de hecho, apunta que los que están de vacaciones y pasan por allí contagian la alegría de estar disfrutando algunos días de descanso.

"La gente trasmite algo, van relajados y eso te lo trasladan. Por la estación vienen muchos turistas, y más ahora que no hay tren, y no me da envidia verlos pasar, estás vacunado, te acostumbras", destacó.

Nicolás pasa el verano bien, en la tienda tiene aire acondicionado, buena música y "buen rollo", elementos que hacen soportable las jornadas de trabajo. El verano, a su juicio, pasa volando, aunque al principio del estío se para a pensar que queda mucho por delante pero cuando llega septiembre se da cuenta de esta época del año pasa rápido. Además, se coordina con el resto de trabajadores de la tienda para descansar algunos días.

Sin embargo, no todos los trabajadores opinan como Quique, por ejemplo Miguel Ángel Soldado, taxista de cuarenta años, piensa que trabajar en verano es un "martirio", porque hace calor y pasa muchas horas en el taxi.

"El verano está para pasarlo con la familia, trabajar poquito y descansar, echarse una siesta y disfrutar", señala Soldado antes de irse con prisas porque dos personas están subiéndose a su vehículo.

Se asocia el periodo estival con diversos aspectos relacionados con el descanso y las vacaciones como la calma, pasar los días en familia, la playa y viajar. Todo se para en verano. En agosto particularmente España suele poner el cartel de cerrado por vacaciones, las instituciones reducen su actividad de forma notable, en las playas no cabe ni un alfiler, y conseguir poner una sombrilla en la arena puede convertirse en una heroicidad sólo al alcance de superhéroes o de semidioses griegos.

El verano es el centro de la temporada alta, el sector turístico se frota las manos a a la espera de estas fechas sabedor de que incrementará sus ventas. Delfina Lamberti es de Tierra de Fuego, en Argentina, donde todo el año es invierno, trabaja atendiendo clientes en una empresa que organiza excursiones y considera que está "guay" trabajar en verano porque se conoce gente de todas las partes de mundo y se produce mucho intercambio cultural.

Mientras atiende a turistas que le piden información, Lamberti dice que el clima no es impedimento para ella al trabajar en verano aunque señala que hacerlo en la calle sería un desafío, pero si hay que hacerlo, lo haría.

"Es el primer verano que trabajo, y para mí es una experiencia buena. Estoy enamorada de Granada y eso me incentiva mucho. Del estío me gusta salir de trabajar de la estación de autobuses y aprovechar el día, en invierno atardece antes y es más duro", señala Lamberti.

Por su lado, Borja López, que tiene un empleo de camarero, ha estado de vacaciones la segunda quincena de julio y trabaja todo agosto. Para él, trabajar en verano tiene su lado bueno y malo aunque en esta época apetece más estar en la playa.

"La gente está de vacaciones y yo tengo que trabajar. Se hace más pesada esta época del año y se pasan la horas más lentas, en invierno se trabaja más y en verano un poco más despacio. Es tedioso y el calor no ayuda mucho. No me da envidia ver a la gente de vacaciones mientras yo tengo que trabajar, pero sí me dan ganas de irme con ellos", apunta.

En verano todo va más despacio, el calor y las altas temperaturas influyen en ese sentido en la rutina diaria, las prisas diarias para llevar a los niños al colegio, para llegar al instituto, a la universidad o al trabajo a tiempo no se dan durante estas época del año. Todo parece relajarse y calmarse e ir a un ritmo distinto.

A pesar de esa calma que invade las calles, los autobuses tienen que cumplir unos horarios de destino y de eso se encargan lo conductores de autocar.

Sebastián Gómez y su compañero José Ortiz, conductores de autobús tienen opiniones dispares sobre lo que supone trabajar en verano. Ortiz lo ve mal y Gómez lo ve bien.

Gómez señala que por el calor a nadie le gusta trabajar en verano pero hay que hacerlo igualmente como el que es médico o enterrador.

Por su parte, Ortiz destaca que por las horas conduciendo no es tedioso trabajar en verano porque su compañía de autobuses respeta al ciento por cien las paradas y descansos que realizan durante los trayectos.

Por otra parte, el paro registrado en el mes de julio descendió en Granada por quinto mes consecutivo. Los datos mensuales del Servicio Público Estatal de Empleo (SEPE) indican que la provincia ha cerrado con un total de 81.057 personas en situación de desempleo, lo que supone una caída del paro del 0,84% respecto a junio (689 parados menos) y del 2,14% parados menos en relación al mismo periodo del año pasado (1.776 parados menos). Se trata de la cifra más baja desde hace justo nueve años y la barrera de los 80.000 desempleados se atisba ya en el horizonte. En cuanto a la contratación, en julio se han realizado en Granada un total de 41.946 contratos, 1.092 más que en el mismo mes del año 2017 (40.854), mientras que en el análisis por sectores cayó el paro en todos menos en la construcción.

El sector turístico en Granada sigue tirando del carro de la economía provincial demostrando su fortaleza aunque no lo hace al mismo nivel que otras provincias que tienen costa.

Por su lado el consejero de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía, Francisco Javier Fernández, adelantó que las previsiones para el turismo en Andalucía "son buenas" y podrían situarse en un crecimiento del 3,2% en la comunidad.

Un crecimiento que, según afirmó el consejero de Turismo de la Junta, será "generalizado", por lo que las provincias de Granada y Huelva, entre otras, también experimentarán una subida en este sector a pesar de ser, normalmente, las que tienen datos más bajos en la temporada de verano.

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