Día de Todos los Santos

La lluvia diluye la tradición por los difuntos en Granada

  • La afluencia de personas vuelve a los cementerios, aunque en menor medida que otros años

  • La capital cierra un puente de “absoluta normalidad” y alcanza el 90% de ocupación

Así ha sido el Día de los Difuntos en Granada

Así ha sido el Día de los Difuntos en Granada / Jesús Jiménez / Photographerssports

El día amaneció de ese gris tristeza que casi parecía una metáfora del sentimiento que a propio y ajeno acaba inundando cada 1 de noviembre cuando se recuerda a quienes ya no están. Quizá por eso el color lo pusieran las miles de flores que paseaban por los alrededores de los camposantos granadinos, como contrapunto a ese tono que trataba de imponerse en el cielo, que incluso acabó tornándose más oscuro en el interior de la provincia y que terminó por romper a llorar en forma de lluvia. Eso sí, esta vez ni ese agua pudo borrar el peregrinaje que hace un año quedó casi en suspenso –tal y como se conocía con anterioridad– hacia el cementerio de San José de la capital, aunque sí que lo diluyó en parte.

No, esta vez tampoco hubo música como en otras ocasiones y la verdad es que la estampa no se asemejaba a la de esas aglomeraciones vividas otros años, pero sí que se notaba más afluencia, tanto en los aledaños como en los autobuses que iban hacia el camposanto granadino, que aquel 1 de noviembre de 2020 en el que el segundo confinamiento estaba a la vuelta de la esquina.

Así, podría decirse que la normalidad regresó durante el puente a Granada –la capital cumplió la previsión de alcanzar una ocupación del 90%, según manifestó ayer el concejal de Turismo, Eduardo Castillo, aunque ayer las calles se alejaran del bullicio por la lluvia–, pero no en cuanto a lo que la tradición del Día de los Difuntos se refiere. Y es que, como se veía en los puestos de flores, la gran manta de agua que cayó tras la sobremesa contribuyó a mermar las visitas y a que hubiera mucho género que se quedase sin vender.

Distinta fue la imagen en los cementerios de la Costa, donde el viento fue el protagonista, pero el sol ganó el pulso a las nubes durante prácticamente toda la jornada. Tal fue así que en camposantos como el de Almuñécar se recibió la visita de centenares de personas, tal y como ocurría antes de que llegase el coronavirus.

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