El pasado 1 de diciembre, la Comisión Permanente de Seguimiento de la Sequía de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) propuso al organismo de Cuenca que solicite al Gobierno la inclusión de la demarcación -que incluye buena parte de la provincia de Granada- en el Real Decreto de Sequía. La Comisión adoptó esta decisión debido al nivel de reservas de agua que almacenan los embalses de la cuenca. En el caso de Granada, al 30,51% de su capacidad. Además, el Sistema de Regulación General acumula dos meses consecutivos en situación de emergencia. La publicación de ese Real Decreto supondrá que "se adopten medidas excepcionales" mientras persista la falta de lluvias, indica la CHG. Ese documento, permite, entre otros aspectos, activar fuentes alternativas -como sondeos-, o la reasignación de recursos para atender usos prioritarios, el principal, el abastecimiento humano. También permite el cambio de condiciones para controlar la calidad del agua y que no empeore con esta situación. En definitiva, avanzar hacia una situación que en Granada hace años que no se vivía.

Además del camino ya trazado por la CHG, la Junta de Andalucía -que gestiona la Cuenca Mediterránea, lo que incluye la zona de Costa de Granada- también toma posiciones. Recientemente, el subdirector general de Gestión de Dominio Público Hidráulico y Calidad de las Aguas de la Junta de Andalucía, Fernando Ferragut, indicó que la Administración autonómica pondrá en marcha una nueva campaña para concienciar a la población de que ahorre en el uso diario del agua. Se espera así poder reducir el consumo hasta en un 10%.

Estos anuncios se dan justo cuando las reservas en la provincia se recuperan levemente tras las últimas lluvias de noviembre. Desde el día 25 del mes pasado al día 5 de diciembre, las reservas gestionadas por la Confederación aumentaron 3,9 hectómetros cúbicos. Sin embargo, la amenaza de un largo periodo sin precipitaciones o con lluvias escasas han obligado a tomar medidas en la provincia. Según explican fuentes de la Confederación, se recurre de nuevo a Quéntar, que ha estado en los últimos meses sin aportar agua, para proveer a la red de abastecimiento de Granada y su Área Metropolitana. "El sistema, en función del nivel almacenado en cada embalse, y sobre todo en años normales funciona de manera conjunta, es decir, se aporta a Granada, casi al 50 % de Quéntar y 50 % de Canales", indican desde la CHG. Este segundo embalse es mayor (70 hectómetros cúbicos de capacidad, por 13,5 de Quéntar) y se reserva para la campaña de riego, ya que también se caracteriza por "una mayor velocidad de recarga pues recibe las aguas del deshielo -a lo largo de la primavera-, mientras que Quéntar no recibe aguas de Sierra Nevada". En una situación normal, indican desde la Confederación, Canales recibe entre 1.000 y 1.500 litros por segundo. Sin embargo esas aportaciones apenas llegan ahora a los 100 litros. "La Sierra ya no escurre más", señalan de una manera muy gráfica. Ni cae agua del macizo ni de las nubes.

Con este panorama "mantener el abastecimiento únicamente desde Canales" -lo que exige desembalsar unos 1.200 litros por segundo- "no es lo más adecuado". Por ello, ahora se ha vuelto a recurrir a Quéntar, mientras se deciden nuevas medidas para la gestión de los recursos.

Según el último informe de sequía, publicado el pasado día 2 de diciembre, y elaborado por la Confederación, el sistema Cubillas-Colomera sigue en emergencia (33,1% de su capacidad), al igual que San Clemente (7,5%); Bermejales (27,4%) y Hoya de Guadix (28,9%) están en alerta y únicamente El Portillo se encuentra en los umbrales de normalidad (67,6%).